Un cabo de la policía motorizada fue procesado por matar de un tiro en el cuello a un joven que había asaltado un comercio en barrio La Guardia, en la zona sur de Rosario, en un hecho ocurrido hace cuatro años y que fue presentado entonces por la policía como un enfrentamiento. La jueza que investigó el caso, Delia Pagliari, determinó que no hubo intercambio de disparos entre el policía y el asaltante, de 23 años, ya que éste nunca abrió fuego, contra lo que estableció la policía en el acta preventiva del hecho.
Procesan a un policía por matar a un asaltante que huía y simular que hubo enfrentamiento

Héctor Rio / La Capital

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El policía ahora procesado, Diego Rodríguez, sostuvo que a las 11.35 de ese día unos hombres le avisaron que "unos chicos" acababan de robarles a mano armada una billetera con 800 pesos y un celular y escapar por Benito Juárez y Presidente Roca. Los encontraron rápidamente por Gutiérrez al 1600. Aún en su moto Rodríguez dijo haberle gritado que se frenara. Pero este apuntó al uniformado y realizó "varias detonaciones" por lo que Rodríguez efectuó dos disparos. Luego a Fredes se le encontró un arma opaca y oscura en el bolsillo y un arma calibre 32 cromada al lado del cuerpo. Las dos estaban cargadas y tenían aptitud para el disparo.
"Alcanzo a sacar mi arma y respondo a dicha agresión. Ahí veo que él cae, me abalanzo sobre él y le alcanzo a sacar el arma y se la pateo a un costado, no recuerdo para donde la patee. Empieza a salir sangre de su boca inmediatamente pido auxilio a al ambulancia", declaró Rodríguez en su indagatoria. Al prestar declaración informativa en cambio, dice la jueza Pagliari, había señalado que el sospechoso intentaba huir y no podía reducirlo, para lo cual necesito la ayuda de un agente de apellido Martino para lograrlo. Son, para la jueza, dos explicaciones distintas dadas por el imputado sobre el mismo hecho.
Varios elementos desmontaron la versión del policía rebatiendo la existencia del enfrentamiento y señalando que el efectivo disparó unilateralmente. El informe técnico criminalístico de Prefectura Naval destacó que no se probó que ninguna de las armas que llevaba Fredes (una de las cuales se presume plantada) hubiera sido disparada. Para el informe "el cabo Rodríguez es el único ejecutante de disparos probado".
La jueza indicó que Rodríguez afirmó haber hecho dos disparos. El cuerpo de Fredes recibió un tiro y el otro impactó en una pared junto con las primeras marcas de sangre. "Ambos disparos, entonces, no fueron disuasivos, y se dirigieron directo al cuerpo de Fredes". Otro planteo indica que los testigos escuchan no más de tres disparos cuando el policía indica que Fredes le efectuó varios disparos antes de que él respondiera. Un elemento adicional, el dermotest aplicado en ambas manos del joven baleado, dio como resultado negativo, lo que implica que no tiró.
La Prefectura Naval indica que si bien el revolver 32 encontrado al lado de Fredes presenta tres vainas servidas, lo que indica que alguna vez fue disparado, el no hallazgo de proyectiles correspondientes a esa arma, más el dermotest negativo en las manos del joven abatido "impiden probar que fue disparado en el lugar de los hechos".
La jueza indica que "aunque Fredes fuese autor del hecho de robo y se estuviera dando a la fuga hay elementos suficientes para concluir que no se hizo disparo alguno contra el imputado Rodríguez y que el arma plateada y brillante fue plantada con posterioridad".
Frente a eso la magistrada procesó a Rodríguez por homicidio calificado por abuso de su función y agravado por el uso de arma de fuego. Consideró que su acción tuvo el aspecto de una ejecución unilateral y no la respuesta a una agresión previa, en un tiroteo que no está probado que haya existido. "Hay elementos suficientes para concluir que Fredes no efectuó disparo alguno", dice la jueza.