La parrilla El Establo, ubicada en Pellegrini al 1700 de la ciudad de Rosario, fue blanco de una grave extorsión. Este lunes a la noche, alguien se comunicó por teléfono para exigir al dueño el pago de 400 mil pesos para dejarlo trabajar tranquilo, caso contrario “el frente del local va a sufrir una balacera”.
Una parrilla de Rosario denunció que les pidieron dinero para no balearle el local
El Establo, uno de los locales gastronómicos más importantes del Paseo Pellegrini, fue baleado en noviembre de 2021 por un hombre que disparó desde una moto. Aquel ataque sucedió un domingo a la noche cuando en el establecimiento había varios clientes, aunque no se registraron heridos.
Ahora, el mismo emprendimiento recibió una advertencia por teléfono. De acuerdo a los datos que trascendieron de la denuncia radicada ante la fiscal de Flagrancia Verónica Ballari, hubo dos llamadas recibidas en el local a las 20 y a las 20.30 en el sector rotisería, lindero al restaurante.
Fuentes judiciales indicaron que desde el otro lado de la línea telefónica exigieron la entrega de 400 mil pesos, caso contrario el frente del local sería atacado a balazos.
La Fiscal Interviniente comisionó al gabinete de Agencia de Investigación Criminal para la realización de una inspección ocular y toma de testimonios, entre otras medidas en curso que se mantienen en reserva.
Antecedente
El Establo fue blanco de un grave atentado el domingo 21 de noviembre a la noche, cuando un hombre llegó en moto y se estacionó en la vereda frente a local. Allí, con total impunidad e incluso ante una cámara de video, el delincuente le hizo señas a un parrillero para que se corriera y de inmediato empuñó un arma y disparó contra el negocio.
En ese momento todavía había muchos comensales, quienes en medio de escenas de pánico tuvieron que tirarse al piso en medio los vidrios que estallaron por las balas. Afortunadamente no hubo heridos.
Pero eso no fue todo. Esa misma noche también fue atacado el local de comidas rápidas Jorgito Juniors, ubicado en 27 de Febrero entre Maipú y Laprida, zona sur de Rosario. Allí tampoco hubo que lamentar heridos, pero se trató una verdadera demostración de fuerza de bandas dedicadas a las extorsiones.