La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, habló en la Plaza de Mayo ante una multitud que asistió al acto conmemorativo de los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner. A su lado estuvieron Máximo Kirchner, Eduardo De Pedro, Sergio Massa, Juan Grabois, Axel Kicillof y madres y abuelas de Plaza de Mayo. La dirigente no dio definiciones electorales y criticó duramente a la Corte Suprema y al Fondo Monetario Internacional.
Cristina calificó de "mamarracho" a la Corte Suprema y no dio definiciones sobre posibles candidaturas
"En estos tiempos que se habla tanto en contra del Estado, que 'es necesario un estado pequeñito, que no moleste', hay que recordar que cuando Néstor llegó después de la crisis del 2001 el estado era así de chiquitito, pero la deuda que le habían dejado era grande. En aquel estado YPF había sido privatizada, igual que Aerolíneas Argentinas, el Correo, y la Anses. Si todo estaba en manos de los privados, de los 'buenos administradores' ¿Por qué Argentina debía tanta plata? Porque habían contraído deuda externa", comenzó su discurso.
"Fuimos los 'kukas' los que pagamos los depósitos a plazo fijo que se quedaron los genios de las finanzas. Anoten, genios de la economía, se la pagamos nosotros. Pagamos deuda que no habíamos contraído nosotros. Pero no fue magia, no somos unos genios, fue el modelo de construcción de la sociedad. De producción, de valor agregado, de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios. No es pecado pagar buenos salarios. Aquel gobierno terminó con el mejor salario en dólares de latinoamérica y la mejor jubilación", agregó la vicepresidenta.
La dirigente consideró que no se puede "seguir atados a los precios internacionales, o a que llueva o salga el sol".
"Tenemos que dar un salto los argentinos, una alianza entre lo público y lo privado. En Asia, no solamente China, uno mira ejemplos lejos esta de la lógica que nos quieren imponer que el mercado todo lo resuelve. Son modelos de articulación. Esta es la discusión que se necesitan los argentinos, no las boludeces que se dicen en los medios de comunicación", criticó.
Cristina destacó que su gestión dejó "un país mucho mejor" que el que habían recibido, y que "más allá de las dificultades, porque no era disneylandia, nos íbamos desendeudados".
"Cuando volvimos en el 2019 recibimos nuevamente una Argentina endeudada en dólares. Pero no eran los préstamos normales. Les dieron para que pudiera ganar las elecciones 57 mil millones de dólares, un préstamo inédito, insólito. No tiene la culpa el chancho, sino el que le da de comer", manifestó.
"El préstamo fue político y política tiene que ser la solución. Dejen de querer convertirnos en proveedores de materia prima, no alcanza, tenemos que agregar valor, incorporarle tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios que es lo que el país necesita. Se puede hacer, lo hicimos durante 12 años", aseguró la vicepresidenta.
Acerca de la actual gestión, reconociendo "las diferencias", Cristina indicó que "este gobierno es infinitamente superior de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri".
"Argentina volvió a crecer, pero se lo están llevando cuatro vivos. Para distribuir el ingreso hay que ponerles carita fea a los que tienen mucho ¿Por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Por eso, porque nunca fui de ellos ni o voy a ser. Me quieren matar o meter presa, porque yo soy del pueblo y de ahí no me muevo", sentenció.
La dirigente consideró necesaria "una renovación del pacto democrático", indicando que "los que no piensan igual no son enemigos, son adversarios".
"Cuando dicen hay que acabar con el peronismo o kirchnerismo ¿Por qué tenemos que llegar al exterminio? Si con ganar alcanza", enunció.
Por último, Cristina fue muy crítica de la actual Corte Suprema, calificándola de "mamarracho".
"Los argentinos se merecen una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorada, se lo pido a todos los partidos políticos. También es la imagen del país. Con todos los defectos y errores que pueden tener los que forman parte del poder ejecutivo y legislativo, la sociedad frente a estos poderes tiene una garantía inamovible: la del voto. Los jueces son designados de por vida y jamás rinden cuentas. No se sabe su declaración jurada, no se sabe donde viven, eso no es de República".
Agradeciendo a las miles de personas que se acercaron a Plaza de Mayo, la vicepresidenta se despidió: "Sin el amor de ustedes, si Dios y sin la Virgen, seguramente no estaría acá".















