A pocas semanas de que comience una nueva temporada de verano ya se pone sobre la mesa cuánto cuesta una de las opciones más elegidas por los santafesinos tradicionalmente llegado el calor: alquilar una casaquinta en uno de los tantos puntos turísticos de la costa ubicados en la Ruta Provincial 1. Lo complicado es poder afrontar el gasto, puesto que los relevamientos del sector hablan de la contratación de una quincena con precios por las nubes.
Alquilar una casaquinta dos semanas en la costa santafesina costará hasta 300.000 pesos
Desde el sector argumentan una gran incertidumbre, sobre todo para los meses de enero y febrero, con muchos casos en donde aquellos que tienen una casa quinta en alquiler para el verano aún no saben qué cobrar ni qué precio ofrecer llegado el verano. Empresarios del sector indicaron a este medio que los precios por semana rondan hasta los $150.000, siendo $300.000 el precio por quincena en los principales puntos en donde los santafesinos se dirigen a esparcirse, pescar o entrar en contacto con la naturaleza.
Con respecto a la opción que abarca los complejos de cabañas apostados en el corredor de la Ruta Provincial 1 fuentes del sector indicaron que cabañeros "están pensando en aplicar entre un 100 y 115% de suba de precios respecto a enero 2022", lo que aún no está resuelto en cuanto a un porcentaje exacto de incremento en el sector.
"En una base de cuatro personas en temporada alta que empieza en diciembre, enero y febrero, un fin de semana puede cotizarse desde $30.000 y hasta el doble de ese dinero en complejos inscriptos, cambiando el monto según las prestaciones que tenga el complejo", expresaron los cabañeros. De lunes a viernes los valores para instalarse en cabañas rondan entre los 40.000 a 80.000 pesos, mientras que el costo por semana se posiciona entre los 60.000 hasta los 120.000 pesos optando por esta opción.
Mal presente
Lo más alarmante de este presente de los cabañeros radica en que varios complejos han informado a la cámara en su relevamiento que no alquilan "hace muchos fines de semana", apremiados por la poca demanda empujada por lo flaco del bolsillo de la gente. "Hay muy pocas consultas y consecuentemente muy pocas reservas", afirmaron a este medio
Además, Jorge Unamuno, empresario referente dela región Cayastá puntualizó en los bajos presupuestos que están manejando las cabañas debido a la menor demanda de ocupación: "Se manifiesta una necesidad de los clientes de esta zona y de los que nosotros solemos recibir de contar con un bajo presupuesto. Los presupuestos que estamos manejando están atrasadísimos. Incluso estamos cobrando más barato de lo que cobrábamos en enero y febrero de este mismo año".
"Lo positivo es que estamos trabajando ordenados, unidos en la zona. Mas allá de que no estemos cobrando lo que desearíamos o no tener un 100% de ocupación creemos que es un altibajo natural de cualquier emprendimiento y sabemos que debemos asumir riesgos con una perspectiva de querer trabajar mejor", concluyó Unamuno.