Este martes se puso en vigencia y ya se aplicó por primera vez en el Hospital Cullen el protocolo de acompañamiento al paciente en el final de la vida durante la pandemia Covid-19. Todavía es todo muy nuevo y si bien en el protocolo está todo bien establecido, una cosa es la teoría y otra llevarlo a la práctica", le dijo a UNO Santa Fe Pablo Dusso, presidente del comité de Bioética de ese efector público.
Cómo es el protocolo del Cullen para que familiares puedan acompañar a pacientes con Covid
Por Hipólito Ruiz
"Hay situaciones que vamos a ir evaluando como el manejo con el personal para poder darle este derecho al paciente y sus familiares sin entorpecer el trabajo de manejo de la sala para no correr riesgos", aclaró y remarcó la importancia del trabajo con los familiares para explicarles cómo colocarse y, sobre todo, cómo sacarse el equipo de protección personal porque ahí es cuando se pueden correr riesgos de contagio y de llevar la enfermedad fuera del hospital.
Cada paciente con Covid tiene que estar aislado, salvo caso de necesidad mayor donde puede haber hasta dos pacientes por habitación. "Lo que no se va a permitir, en el caso que haya dos pacientes con Covid juntos en una sala, es que se habiliten las dos visitas al mismo tiempo. La idea es que las visitas sean una a la vez", explicó.
Hoy la visita está establecida con una duración de 15 minutos. Dusso dijo que se presentan dos circunstancias que se deben atender. Una es la del paciente que está en la sala Covid y que se siente relativamente bien.
"En ese caso es el paciente el que más necesita la visita para no sentirse tan solo. De todas maneras, los pacientes tienen permitido el uso del celular y tienen acceso a una red wifi, con lo que pueden hacer una videollamada cuando quieran con sus familiares", dijo y agregó: "La otra circunstancia es la de los pacientes críticos que están intubados, que están inconscientes, y ahí la visita es más que nada para el familiar".
La decisión de permitir una visita se va a evaluar con el gabinete interdisciplinario que incluye a profesionales de la salud mental. En cada situación se va a analizar cuánta necesidad tiene el paciente de estar acompañado. "En primera instancia, si la persona está bien psíquicamente no va a recibir visitas porque este protocolo lo pensamos para las personas muy mayores que están siendo afectadas por la situación de soledad y que eso está afectando su recuperación".
Dusso referenció que este tipo de permisos protocolarizados se comenzaron a aplicar en España, donde la Universidad de Murcia evaluó que el cuadro depresivo que estaban teniendo las personas mayores estaba jugando en contra del proceso de recuperación.
"También se está pensando en gente con alguna discapacidad mental o jóvenes a los que les cuesta estar solos. No queremos generar falsas expectativas de que a todos los pacientes se los va a dejar recibir visitas. Eso se irá manejando de acuerdo a las necesidades de cada uno. Cada vez que entra un familiar son 15 minutos de estar con el paciente pero, entre que se los viste con el equipamiento de protección y se los desviste, todo lleva unos 45 minutos. Hay que cumplir el protocolo con un montón de elementos a tener en cuenta", remarcó.
El protocolo elaborado en el Cullen sirvió de base para que el gobierno provincial lo extienda al resto de los efectores públicos de la provincia. Dusso dijo que para elaborar las reglas que permiten las visitas se tomaron tres modelos, el de la Universidad de Murcia y el de un hospital y un sanatorio de la ciudad de Buenos Aires. "A esos modelos los tuvimos que adaptar a nuestra realidad hospitalaria. Para eso consultamos a los infectólogos del hospital, al recurso hospitalario que tenemos y en base a eso se adaptó el protocolo", señaló.
Luego, al ser consultado sobre qué porcentaje de pacientes puede necesitar una visita, el presidente del Comité de Bioética del Cullen dijo que aún "es pronto para saberlo" y que la decisión de elaborar el protocolo fue aun cuando todavía no había circulación viral en Santa Fe. "Lo hicimos evaluando la situación que se estaba viviendo en Buenos Aires y en Europa y viendo que esto era cuestión de tiempo para tener que vivirla nosotros. Por eso nos adelantamos. Para principios de septiembre lo teníamos listo y el decreto salió el 21 de septiembre y esta semana ya se pudo aplicar", contó.
"Los pacientes internados en terapia –continuó– todos estarían en condiciones de recibir una visita porque corren riesgo de vida y todo familiar se merece tener la oportunidad de ver a su ser querido. Esto también tiene que ver con la elaboración del duelo, es una situación muy dura".
Luego Dusso aportó un dato que marca la necesidad de dar una oportunidad de encuentro afectivo en los casos más críticos. "Sabemos por estadísticas que los pacientes con Covid que llegan a necesitar un respirador tienen más de un 50 por ciento de posibilidades de morir. Ese es el momento donde necesitamos darle la posibilidad al pariente de que pueda ver a su ser querido porque es terrible no poder tener contacto en los últimos días de vida del paciente. De los pacientes que llegan a terapia intensiva tenemos cerca de un 70 por ciento que va a necesitar respirador. Hay respiradores para todos, pero ese es el promedio de ocupación de respiradores. Mientras que también hay métodos alternativos para tratar de no llegar al respirador porque cuando el paciente llega ahí ya es más difícil sacarlo", afirmó.
En lo que respecta a los pacientes que están en la sala general de Covid y que solo están cursando un síndrome febril persistente o alguna situación que no presenta mayores complicaciones, Dusso dijo que "esos pacientes si pasan el octavo día van a tener una evolución favorable y van a volver a la casa".
Sin embargo, en esos casos lo que juega en contra de los pacientes es la situación de soledad. Por eso la visita en esos casos sirve para ayudar a que la recuperación del paciente sea más rápida. "De esos pacientes nosotros estimamos que el 25 por ciento va a requerir de la visita de un familiar", aseguró y aclaró: "Es una posibilidad abierta, no obligatoria. Es un derecho que se le ofrece al paciente y al familiar del paciente".
A quiénes se les permitirán las visitas
El protocolo se aplicará a aquellos pacientes que se encuentren internados por Covid-19 y que reúnan alguna de las siguientes condiciones:
a) Pacientes con cuadro clínico severo por Covid desde el ingreso (Sars Cov2) de la internación o con mala evolución en las próximas horas o días.
b) Pacientes mayores a 75 años de edad.
c) Pacientes embarazadas.
d) Pacientes con comorbilidades que pueda agravarse su estado de salud por Covid (cardiopatías, EPOC, obesos mórbidos, inmunodeprimidos).
e) Pacientes con trastornos de ansiedad o depresión en curso que puedan influir en la evolución de la enfermedad.
f) Pacientes que el Equipo de Salud Mental considere que requiera acompañamiento.