El Gobierno de la Provincia de Santa Fe, a través de su programa interministerial Objetivo Dengue, continúa con el trabajo de la Red de Vigilancia Entomológica que comenzó a formarse el año pasado para detectar la presencia del mosquito transmisor y activar alertas tempranas en todo el territorio.
Dengue en Santa Fe: cómo funciona la red de monitoreo que permitió detectar la presencia del mosquito todo el año
Permite conocer donde y cuando aparece el Aedes aegypti, el mosquito que transmite el dengue. La red entomológica funciona con 359 ovitrampas en 20 localidades

La iniciativa combina herramientas científicas, tecnología y articulación con municipios y comunas para monitorear la reproducción del vector.
Los avances en esta estrategia fueron parte de la reciente presentación del Programa, en la ciudad de Rosario, donde la vicegobernadora de la Provincia, Gisela Scaglia remarcó que “Objetivo Dengue muestra a la Argentina que es posible un trabajo y un abordaje en conjunto y con gestión, que no depende solo del Gobierno, que depende de cada una de las personas, y sobre todo de la tarea que hacemos con los niños y niñas en las escuelas. Si nosotros trabajamos con una mirada educativa, seguramente descacharrar y hacer todo lo que hay que hacer de manera preventiva, va a salir de la mejor manera posible”.
Tecnología y datos para anticipar brotes de dengue
La red entomológica funciona con 359 ovitrampas distribuidas en 20 localidades de la provincia. Estos dispositivos permiten registrar la colocación de huevos por parte de las hembras de Aedes aegypti, el mosquito que transmite el dengue, zika y chikungunya. El monitoreo se completa con el relevamiento que posibilita estudiar la evolución de las larvas, establecer índices y planificar intervenciones con larvicidas de acuerdo con los resultados.
“La mejor manera de controlar y monitorear la reproducción es con trampas para detectar los huevos. Estos dispositivos de alerta temprana nos permitieron identificar que el mosquito está presente todo el año”, explicó la directora de Prevención y Promoción de la Salud, Analía Chumpitaz.
Protocolo
Las ovitrampas son pequeños recipientes de plástico de colores oscuros, en donde se pone agua y se le añade un bajalenguas, en los que la hembra del mosquito pondrá los huevos. “El Aedes aegypti tiene un ciclo de cuatro fases: huevo, larva, pupa y adulto. La hembra, que puede vivir hasta un mes, tiene capacidad para colocar hasta 200 huevos en una ovipostura, cada cinco días”, precisó Chumpitaz.
Teniendo en cuenta ese ciclo, cada ovitrampa se observa semanalmente siguiendo un protocolo. Los equipos cuentan con 20 microscopios digitales portátiles, distribuidos estratégicamente en las localidades que participan, que permiten identificar los huevos de Aedes aegypti y cargarlos de manera inmediata en una aplicación. Además, recibieron una capacitación de David Gorla, doctor en Ciencias Biológicas, entomólogo e investigador superior del Conicet.
La aplicación utilizada para la carga de datos es una adaptación del software libre Epicollect, realizada por el área de Informática del Ministerio de Salud y el Conicet, y permite georreferenciar la información, analizarla en gráficos, filtrar variables y monitorear procesos en terreno. “Con este trabajo hemos podido demostrar que el vector está presente todo el año en la provincia. Esta información, que puede subirse en tiempo real, nos permite direccionar recursos y planificar acciones de manera inmediata”, agregó Chumpitaz.