Diego fue uno de los entrenadores de Emiliano Sala durante su corta etapa de inferiores en Progreso. "Uno sigue teniendo esperanzas. Hasta que no digan lo contrario", dijo Diego a UNO Santa Fe.
El entrenador y amigo de Emiliano que aun no pierde la esperanza
Por Aquiles Noseda
Las horas pasan y todavía no hay noticias sobre el avión que llevaba al jugador santafesino. Diego no se rinde y al borde del llanto, imagina: "Para mi, el Emi – como le decimos acá- está entrando en una isla; entrando para ponerse bien y jugar la Premier. Si Dios dice lo contrario habrá que acatar, pero hoy está entrando".
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Fue profesor de Emiliano desde los 13 hasta los 14 cuando partió hacia Francia. "Por lo general viene una vez por año. Es un chico más, vos no sabes o no te das cuenta que vive en Europa y que está ganando millones. Es como cuando se fue, cuando era chiquito. A pesar de que tiene mucha fama. Es un pueblo de 3 mil habitantes, nos conocemos todos y sabemos todo", manifestó.
"El Tanque", así recuerda Diego que le dicen en Progreso. "Acá se lo conoce como el Tanque Sala. El tanque le pusieron porque tenía mucha fuerza. Pasaba a todos por arriba, una patada infernal, cabezazo. Acá en inferiores se notaba cuando alguien sobresalía".
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"Es un ejemplo para todos los deportistas por el sacrificio. Lo que logró, la perseverancia, irse del pueblo tan chico. Las ganas que le metía, la humildad. Nadie va a escuchar que alguien hable mal de él. Porque es un chico sencillo, humilde, con sacrificio", subrayó Diego.
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