Fernando no puede salir del estado nervioso, intenta pensar y aun no lo cree. Es que en poco más de un mes y medio le volvieron a desvalijar su casa. Se trata de la vivienda ubicada sobre calle Brasil al 4.400, de barrio Barranquitas.
En poco más de un mes, le volvieron a desvalijar la casa
Por Aquiles Noseda
El pasado 3 de octubre, cuando los hermanos Francia volvieron de jugar al fútbol se encontraron con un panorama triste y desolador. Ese mismo escenario, se les vuelve a presentar.
Esta vez se quisieron llevar hasta los aires acondicionado de pared. Lograron llevarse el juego de sillas del living comedor. Diego y Fernando se vuelven a encontrar con los armarios tirados, los cajones revueltos y toda la casa patas para arriba.
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Volvieron de jugar al fútbol y encontraron la casa "dada vuelta"
Cuando Fernando se dirigía junto a su familia a disfrutar de una tarde de playa, algo lo sorprendió a Fernando. Vio como dos personas cargaban sillas y automáticamente las pudo reconocer. Se trataban de las sillas de su casa.
“Fui corriendo hasta la casa para ver si faltaban y efectivamente eran las mismas. Cuando llegue, la puertas ya estaba forzada, totalmente rota; rompieron todo”, comentó en declaraciones a UNO en la Radio.
Fernando no sale de su asombro: “Me encontré con lo mismo de hace un mes y pico atrás. Con la casa dada vuelta, totalmente rota… hecha un desastre”.
Aclaró que en dicha vivienda, que pertenecía a su abuela, vive su hermano y que él tiene la casa enfrente de esta. “El domingo ya habían ingresado”, advirtió Fernando.
Fue a realizar la denuncia a la Comisaría 6ta. por tercera vez. “Hice la denuncia con fotos y nombres de la persona porque la conozco. Les digo: "esta es la persona que me acaba de robar". Le di nombre, apellido y la foto. A los 20 minutos aparece el patrullero diciéndome: "no lo encontramos”.
En declaraciones a Radio Sol 91.5 FM, Fernando dijo estar indignado por la situación. Nervioso por el momento atravesado se mostró crítico respecto accionar y a la falta de respuesta por parte de la comisaria. “Te pueden hacer cualquier cosa, la comisaría no responde”, apuntó.
“A partir de este momento, yo vivo con miedo. Yo mañana me lo puedo cruzar en la esquina al tipo (al supuesto delincuente). Puede tomar represalia contra mi, con mi hijo, mi familia; quien sea. La casa no tiene seguridad porque no tiene ni puerta”, resaltó.
“No quedó absolutamente nada. De la última vez que nos robaron, mi hermano no puedo recuperar nada. Ahora mi hermano se fue a comprar unos hierros para poder cerrar la puerta y se fue con las zapatillas del trabajo porque les robaron todo”, manifestó.
Fernando comentó que analizará con su familia irse del barrio: “Así no puedo seguir viviendo acá. Muchas veces escuche a la gente decir: así no se puede vivir. Hasta que no te pasa, uno no lo entiende”.