En la tarde de este viernes finalizaron los trabajos que llevan adelante bomberos en la distribuidora de pañales de Estanislao Zeballos al 3400 que se incendió el jueves al mediodía.
Finalizó la intervención de bomberos en la pañalera pero advierten por el peligro de derrumbe de una de las paredes
Se trata de tareas de remoción y enfriamiento de los restos que quedaron del incidente, explicaron los bomberos.
"Se está trabajando con una cuba de 10 mil litros y una autobomba. Las tareas finalizan alrededor de las 17" señaló este viernes por la tarde Julio Blanc, a cargo del operativo.
A horas de que finalicen las tareas, Blanc solicitó, en declaraciones a UNO Santa Fe, que "la gente que transite por la zona no se acerque al lugar porque hay peligro de demolición".
En las inmediaciones debió intervenir la policía debido a que muchos vecinos se acercaron a la pared que da a Estanislao Zeballos, la que es puntualmente la más comprometida. De hecho, los bomberos que continuaban trabajando en el lugar en horas de la siesta trataban cuidadosamente de no levantar los restos cercanos a ese muro, por el peligro que conllevaría. Según trascendidos, los privados que administran la distribuidora ya habrían contratado una empresa para ejecutar la demolición este sábado.
En total, en el incendio trabajaron un total 62 personas rotativas, desde el comienzo de las llamas entre las 13 30 y las 14 del jueves.
"En el lugar estuvieron las tres guardias del Cuartel Central, Cuartel de Zona Norte perteneciente a la Agrupación Bomberos Zapadores Santo Tomé. Vino gente de franco por cuenta propia a trabajar, vineron solos sin que los convoquemos. También vino personal de Bomberos Voluntarios de Las Flores y de Recreo" destacó Blanc.
Los vecinos continuaban acercándose al lugar a conocer como marchaban los trabajos en la tarde del viernes.
"Vivo a seis cuadras y desde allá se veían las llamas. Por suerte no murió nadie" contó uno de ellos a UNO Santa Fe.