Un grupo de investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas estudia el gran embalsado formado sobre la laguna Setúbal. Pretenden conocer en profundidad las características del mismo, analizando no solo el tipo de vegetación, sino además el comportamiento que está teniendo la gran isla flotante sobre el espejo de agua.
Investigadores estudian el embalsado en la Setúbal: buscan estimar su peso y el impacto sobre el espejo de agua
En ese sentido, pretenden saber -entre otros aspectos- el peso del embalsado y la presión que está ejerciendo sobre los pilotes del antiguo puente ferroviario. Al mismo tiempo, conocer los cambios y consecuencias que el fenómeno produce sobre la corriente de agua.
La doctora Aylén Carrasco, docente e investigadora de la FICH indicó que el equipo está realizando el "análisis de los datos recolectados en campo como para poder dar una estimación de la densidad de tallos, raíces y plantas; también del peso de la vegetación como para poder cuantificar lo que estamos viendo".
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Los profesionales estuvieron trabajando en el lugar, tomando muestras de la vegetación existente; tanto por encima como por debajo del pelo de agua.
"Hay una cantidad tremenda de vegetación entrelazada; es un colchón de plantas enredadas muy denso sobre la superficie del agua. Estamos hablando de unos 25 o 30 centímetros por debajo de la superficie y de unos 15 centímetro por encima. Esos tallos y raíces entrelazados forman como un tejido sobre el cual crecen las plantas que ya alcanzan a tener dos metros y medio de altura", graficó.
Adelantó que las plantas de canutillos (se encontraron dos especies distintas) pueden tener hasta 14 metros de longitud. "Crece por cada uno de sus nudos y se van enredando unas con otras. Ahora se encuentra en su estado de floración".
Consultada sobre el trabajo que realizaron autoconvocados el fin de semana, que a fuerza de machetazos intentaron abrir un paso para la navegación, indicó: "Es un trabajo bastante difícil, por su densidad. Hay una parte húmeda que es muy difícil de cortar. La parte seca, que está por encima es un poco más fácil".
Aclaro que el estudio no tiene como objetivo la forma en que se debe remover o retirar el embalsado. "Nosotros estudiamos estas plantas y otras similares en sus cauces naturales", advirtió.
Con relación a las alteraciones que se producen sobre el espejo de agua, apuntó: "El flujo (de agua) se ve modificado por la presencia de la planta. El flujo superficial sí o sí tiene que sumergirse para poder pasar por debajo de la planta lo que hace que se acelere. Las embarcaciones de menor porte sí se ven afectadas, sobre todo aguas arriba de las plantas"
Sobre si el embalsado podría afectar a los pilotes del antiguo puente ferroviario, advirtió: "Es una masa de plantas muy grande y está ejerciendo un peso importante sobre los pilotes. Nosotros fuimos a medir las plantas, sacamos muestras; tomamos mediciones de velocidad, de profundidades. Estamos analizando estos datos como para poder describir numéricamente, cuantitativamente, cuál sería su peso estimado".
Respecto a la posibilidad de que se retiren de forma natural, la profesional recordó lo que ocurrió con el camalotal que se presentó a fines de 2022. "Estuvimos explorando los datos de la tormenta que se llevó toda esa vegetación en el verano. Tuvo vientos por encima de los 50 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 60 kilómetros por hora. Fueron vientos que vinieron desde el sur, bien direccionados. Las últimas tormentas no fueron tan fuertes y no alcanzó para que se retiren por sí sola la planta"
Igualmente, advirtió una diferencia clave entre aquel embalsado y el actual: "En el anterior había quedado con una luz libre de vegetación por donde se desprendía la vegetación. Ahora no, es muy compacto. No hay espacios como para poder irse por sí sola"