La restauración de la emblemática basílica avanza a buen ritmo. Desde hace 10 días los andamios que cubrían la parte de la fachada fueron retirados y desde entonces se pueden contemplar las mejoras que tuvo el edificio.
La renovación de la Basílica de Guadalupe avanza a buen ritmo


Marcelo Portillo, titular de la empresa que lleva adelante las tareas, detalló el nivel de avance que tienen las obras al día de la fecha. “El avance fue importante, ya se está terminando la parte del zócalo que faltaba y la parte de la fachada”, confirmó Portillo y agregó que para completar los trabajos en este sector del edificio solo resta terminar una pared en la zona de la terraza, en donde estaba amarrado el andamio. “Eso es lo único que resta y luego de esto estarían terminadas las obras en ese sector”, puntualizó el titular de la firma a cargo de los trabajos.
La refacción del edificio se realizó respetando la fachada original del mismo, es por esto que se tomaron los moldes antiguos para poder copiarlos y reemplazarlos por nuevos.
Hoy los obreros están trabajando en los detalles mínimos y desde la empresa aseguraron que la obra podrá estrenarse para la 116ª Peregrinación Arquidiocesana de la Virgen de Guadalupe, la cual tendrá lugar el sábado 18 y domingo 19 de abril.
La fecha coincide con la de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias provinciales. Por eso, el sitio oficial de la Basílica (www.basilicaguadalupe.org)informa que la procesión y la misa central fue fijada para el sábado a las 16. La ceremonia será presidida por el arzobispo, José María Arancedo.
Las tareas que se realizaron en la cúpula superior de la capilla fueron las que más tiempo demandaron, ya que los elementos que la adornaban se construyeron nuevamente respetando la originalidad del diseño. Las hojas que servían como decorado también se cambiaron respetando las matrices.
En relación a los materiales que se emplearon, desde la empresa dijeron que se utilizaron unos de una calidad superior a los existentes y que tienen una durabilidad de 100 años. “Son mucho mejores y más livianos de los que teníamos. Había hojas de hormigón que tenían un peso de 30 kilos, ahora van a pesar un 50% menos”, aclaró Portillo y dijo que esto le va a traer un alivio importante a la cúpula, la cual está edificada con ladrillos de la época.
Al momento de comenzar los trabajos y a pesar de que la construcción tiene unos 105 años, el estado del mismo era muy bueno. Ahora resta terminar los trabajos en la parte del sector oeste del templo, los cuales demandarán unos seis meses. Finalizada esa etapa, los andamios se trasladarán al sector este. Portillo agradeció la paciencia que tuvieron el párroco de la basílica, Olidio Panigo, y el ingeniero Alberto Tosti, quien dirige la obra.