Detrás de una cortina de terciopelo negra con bordados dorados, un túnel oscuro abre paso hacia unas hileras de butacas rojas. El ambiente está cargado de una sensación pesada de encierro, que se desvanece a medida que las luces se vuelven más tenues y una suave música envuelve la carpa.
La vida en un circo en Santa Fe: su fascinante magia, sus historias, secretos y personajes
Desde julio el Circo Mundial ofrece su show en la ciudad de Santa Fe. En sus funciones se expresa la tradición circense: fusión entre familia y espectáculo

Por Candela Cabré

@circomundial.oficial
El Circo Mundial ofrece un espectáculo para disfrutar en familia

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El olor acaramelado del pororó dulce se mezcla con los murmullos de la gente que toma asiento frente al escenario, quienes expectantes esperan algún indicio de que la función está por comenzar. De repente, las luces se apagan y las voces se acallan a medida que la música se eleva, una melodía marca el ritmo de las bailarinas, que una a una, comienzan a salir por detrás del telón.
A continuación, se despliega la magia, lentejuelas, vuelos y actos impresionantes. El Circo Mundial ofrece un show de dos horas y cuarto, que encierra la mítica tradición circense: una fusión entre familia y espectáculo.
El Circo Mundial
“El circo es tradicional, es para toda la familia. Es el primer espectáculo a nivel mundial, del circo se crea todo”, expresa Gustavo Yovanovich, quinta generación de una familia de artistas de circo y propietario del Circo Mundial, que desde principios de julio se encuentra emplazado en el playón del Chango Más.
Gustavo ha sido circense toda su vida, según cuenta, llegó a adiestrar leones, tigres, osos, camellos y chimpancés. Hoy en día se desempeña como el mago de la troupe y es además quien brinda trabajo a los 60 artistas que participan en el espectáculo.
Trapecios volantes, acróbatas aéreos, bailarines y payasos, crean un clima mítico que atrapa a grandes y chicos. La ansiedad es palpable en el aire, cuando un ancla desciende desde lo alto y Gisela, una de las acróbatas, sube a realizar su acto: sin más que unas cintas para sostener alguna de sus extremidades, la chica realiza una exposición en altura que deja boquiabierto a los presentes.
“Somos una de las familias más antiguas que hay en el ámbito circense. Arrancó con mi tatarabuelo que emigró de Yugoslavia y abrió su primer circo acá. Hace 14 años nos independizamos del circo de mi bisabuela”, narra Gisela, quien además de ser artista aérea es la hija de Gustavo.
Al respecto, agregó: “Pensamos que había llegado el momento de tener nuestra propia empresa, con nuestros propios ideales”.
Mantener viva la magia
Los niños que asisten a las funciones se mantienen al borde de las butacas con cada uno de los actos. Resulta sorprendente que un arte como la del circo, que data del siglo XVI, siga cautivando a los más pequeños, sobre todo en un escenario social caracterizado por el entretenimiento inmediato a través de los aparatos tecnológicos.
“Al estar conectados todo el tiempo en las redes y en los juegos, cuando vienen acá es todo tan en vivo, todo tan mágico, no sé cómo explicar qué los atrapa, pero los atrapa”, cuenta Gisela.
Además, especificó: “Lógicamente uno se va modernizando con los actos, con la infraestructura, con el tema de la iluminación, sonido, pero es algo tan tradicional, tan lindo que la verdad que atrapa a los chicos y a gente de todas las edades”.
Y es que, cuando los trapecistas realizan sus increíbles vuelos por encima de las cabezas del público, o cuando los motociclistas ingresan al temido globo de la muerte, los rostros alegres de los presentes indican que la magia del circo aún sigue viva.
"A los chicos se los atrapa trayendo un buen show, que los payasos sean divertido, tener enanitos, tener mucha gente en el espectáculo. Los niños son niños y eso siempre les gusta", indicó el propietario del circo.
Sin embargo, a pesar de las modernizaciones que ha experimentado el arte circense a lo largo de la historia, Gustavo asegura: "No negocio la esencia del circo, eso es lo principal".
En el mismo sentido agregó: "El payaso no se cambia, el payaso es algo tradicional. Uno sale a hacer un número y lo hacés guste o no guste, y te vas. El payaso tiene que hacer reír pobrecito, porque se le acaba todo el espectáculo".
Las actuaciones de los payasos suceden a lo largo de todo el espectáculo, a modo de entretiempo, y aportan la dosis justa de humor después de los sorprendentes actos en altura.
"Nosotros siempre decimos que lo más difícil de hacer en el circo es ser payaso, porque con lo que vivimos hoy en día realmente hay que hacer reír a la gente", reflexionó Gustavo entre risas.
Nómades de la modernidad
Alrededor de la carpa en donde ocurre la magia, se disponen una serie de tráilers en colores negros y dorados. En ellos no solo sucede la previa al evento, donde los artistas eligen sus vestuarios, se maquillan y peinan, allí los circenses desarrollan sus vidas diarias.
El artista de circo lleva una vida nómade, Gustavo admite que “no es normal”, pero asegura que es “maravillosa” porque escapa de la monotonía del día a día.
“Lo más lindo que tiene esto es recorrer todo el país y tener toda la familia conmigo porque gracias a Dios tengo a mis tres hijos acá conmigo, mis tres nietas y mi señora. ¿Qué mejor que trabajar con tu familia y brindar una fuente de trabajo para 60 personas?, expresa el mago.
Respecto a esto, Gisela afirma que disfruta de rotar constantemente de localidad, conocer nuevas ciudades y localidades. Además destaca: “Lo que a mí me encanta es que puedo tener a mi nena todo el tiempo conmigo, no tengo que irme ocho horas a trabajar. Somos una gran familia, cada cual tiene su tráiler con su familia, pero somos muy unidos”.
Por otro lado, Gustavo remarca la importancia que adquiere el rol de la escuela en la vida de los niños circenses. En este sentido dijo: “A los chicos hay que darles estudio y nosotros hacemos eso, cuando están medio atrasados se los ayuda con el maestro particular. La educación está por sobre todas las cosas”.
“Cada vez que se llega una ciudad, se va a una escuela, se los recibe, se les hace un pase que indique que estuvo de tal día hasta tal día. Después llegás a la otra escuela a presentar ese pase y te lo reciben porque es obligatorio”, detalló.