La mayoría de las empresas aseguran "que no dan abasto" para atender todas las llamadas y que las consultas crecieron con relación al año pasado hasta cuatro veces. La pandemia, que hace agonizar al turismo, provocó que la construcción de piletas "explote" en la región.
Turismo en casa: se cuadruplicaron las consultas en Santa Fe para construir piletas
Quienes soñaban con una piscina en casa y no encontraban motivos suficientes como para iniciar la obra, ahora les sobran argumentos.
Ante la incertidumbre de no saber qué sucederá con los viajes en los próximos meses y de no tener la certeza al menos de que las provincias abrirán sus puertas y recibirán a visitantes, cientos de santafesinos ya se vuelcan a ese proyecto que tantas veces se vio postergado por algún viaje en familia o algún otro compromiso.
Construir una pileta podrá tener un precio alto, aunque no tan distante de lo que puede costar un viaje al exterior. La temporada de construcción de piscinas se adelantó dos meses este año y llegó al mismo tiempo en que muchos piensan cerrar el viajecito de verano.
En todos los casos, quienes deseen construirse una y cumplir el sueño deberán hacerse de paciencia, ya que las empresas del rubro advierten que la agenda está apretada.
A esta altura, quien tome la decisión de construirse una deberá hacer fila. Los tiempos los ponen no sólo la mano de obra, que está saturada, sino también los materiales.
En este punto, la pandemia jugó en contra de la actividad. Por ejemplo, una reconocida fábrica de argentina que provee de insumos se vio severamente afectada por la pandemia y tiene demoras. Por otro lado, el limitante de cinco trabajadores por obra también condicionó los tiempos.
Máximo Rodríguez, gerente Comercial de piletas Culzoni, comentó a UNO Santa Fe que los costos son relativos y dependerán de las dimensiones, cualidades y materiales a utilizar. Igualmente, adelantó que rondan los 500 mil pesos.
Las pequeñas empresas contructoras, que pueden hacer hasta tres piscinas por mes, ya no pueden seguir tomando trabajos. En tanto que las más grandes, que pueden desarrollar hasta diez piscinas mensualmente, tienen un pequeño margen aunque no muy generoso.
Desde "Piscinas Igui Santa Fe", empresa de esta capital que comercializa piletas construidas 100 por ciento en fibra de vidrio dijeron a este medio que las consultas se triplicaron en las últimas semanas.
En este caso, los costos de estas piscinas podrían variar, dependerán fundamentalmente del tamaño de la misma y sus características, pero que tienen un piso de 220 mil pesos.
En ambos casos, existe financiación para la compra de materiales a través del programa Ahora 18, con un 14 por ciento de interés. A ello, se le deberá sumar el acuerdo alcanzado con los "pileteros", responsables de la mano de obra.
El turismo agoniza
Las tres principales organizaciones de empresarios y profesionales del sector turístico coincidieron en que están dadas las condiciones para la reapertura de la actividad, luego de 192 días de parálisis del sector. En esa línea, propiciaron alcanzar consensos entre todas las provincias para un rápida reactivación.
En sendos comunicados por el Día Mundial del Turismo, la Cámara Argentina de Turismo (CAT), la Federación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Fehgra) y la Federación de Cámaras de Turismo (Fedecatur) subrayaron que el desarrollo de la industria de los viajes, que en 2019 generó ingresos de divisas por 5.400 millones de ingresos y casi 1.200.000 empleos, necesitará en la etapa pospandemia de políticas de migraciones comunes para los países de la región y la implementación de medidas para asegurar la repatriación de los turistas en casos de crisis sanitarias.
Las cámaras también piden protocolos sanitarios comunes en los cruces fronterizos para llegar a una reactivación turística regional.
El presidente de la CAT, Aldo Elías, consideró, vía Zoom que "este es el peor momento de la historia del turismo" y que, por ello, es necesario "salir rápidamente de la parálisis".
Elías sostuvo que "el turismo es una actividad esencial para las economías regionales" y estimó que la industria de los viajes "genera un impacto económico de 165 mil millones de pesos por año en todas las provincias y de casi 365 mil millones en toda su cadena de valores".
El titular de la CAT estimó como algo posible que a partir del próximo 12 de octubre se autoricen los vuelos de cabotaje y el transporte terrestre, algo que alentaría al sector, aunque advirtió que "sin embargo hay que lograr acuerdo entre todas las provincias, porque hay al menos diez que no quieren recibir visitantes y tampoco motorizar el turismo interno".
Por otra parte, dijo que están listos "para la reapertura gradual de la actividad" y aseguró que cuentan "con protocolos para todas las actividades del sector realizados junto al Ministerio de Turismo y Deportes, el Consejo Federal de Turismo, el Instituto de Calidad Turística y el Ministerio de Salud".
Por su parte, la presidenta de la Fehgra, Graciela Fresno, afirmó que los hoteles de Latinoamérica solicitan "consensos en las políticas de migraciones de todos los países de la región y la implementación de medidas para asegurar la repatriación de los turistas en casos de crisis sanitarias".
La declaración, que cuenta con la adhesión de las Federaciones de Hoteles de Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile, consideró la situación planteada en el sector por el coronavirus, y en ese sentido Fresno expresó la necesidad de "determinar corredores o burbujas turísticas entre los países de todo el mundo".
En otro orden, indicó que "el lema de los festejos de este año del Día Mundial del Turismo, que es Turismo y Desarrollo Rural, explica la gravitación de la actividad en ese segmento para lograr la inclusión, la sostenibilidad, el crecimiento y el desarrollo económico de los pueblos rurales y las economías regionales".
Por último, el presidente de la Fedecatur, Héctor Viñuales, consideró fundamental las ayudas del Estado para que las empresas del sector puedan enfrentar la crisis provocada por la pandemia, aunque advirtió que "con las ATP, los créditos o el IFE no alcanza y es necesario generar los mecanismos para que el sector salga de la facturación cero".
"Es muy doloroso ver cómo la parálisis del sector ha transformado a algunos destinos del interior en verdaderos pueblos fantasmas, porque si no llegan turistas no tienen otra actividad económica", resaltó Viñuales.