El pasado viernes 22 de abril los vecinos de barrio Sargento Cabral, donde se ubica el Club Villa Dora, presentaron una queja formal en la Defensoría del Pueblo para solicitar el cese del baile y eventos musicales en el establecimiento deportivo.
Vecinos piden que se termine el baile en el Club Villa Dora
“Hace años que venimos reclamándole al club el cese del baile por los conflictos que genera; alrededor de nueve manzanas son las que están sufriendo cada baile”, contó a UNO Mónica, una de las vecinas, quien aseguró que se han dado numerosas reuniones con las autoridades del club pero la respuesta siempre es la misma: “El baile no se toca”.
El jueves previo al Viernes Santo se produjo una balacera a la salida del club que dejó tres heridos de bala, a partir de una rencilla que comenzó adentro del establecimiento. “No es la primera vez que hay un tiroteo, ya hubo otras veces, nada más que pasaba todo más desapercibido”, aclaró la mujer.
Y recordó: “El día de la balacera nos despertamos y no sabíamos dónde ir, si quedarnos abajo de la cama, quedarnos parados, seguir durmiendo. Mientras la gente estaba tirada en el piso en la vereda el baile continuó, y no solo continuó sino que el domingo se volvió a hacer”.
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Ese domingo de Pascua los vecinos estaban dispuestos a cortar la calle en forma de protesta, pero fueron convocados a un nuevo encuentro por la comisión directiva del club y el comisario de la Comisaría 5ª, donde manifestaron “la misma postura intransigente”.
“La razón que nos dan a nosotros es que se sostienen mediante el baile, pero es un argumento inválido porque cualquier club se sostiene con la cuota societaria, con los beneficios que hace, con ofrecer más cantidad de deportes”, dijo Mónica, agregando que, siguiendo esta lógica, el resto de los clubes de la ciudad no podrían sustentarse.
Otro de los argumentos de Villa Dora es que el baile fue declarado de interés cultural a lo que los vecinos responden que el baile es un elemento, no un bien, y puede ser trasladado a otro lugar. “Ellos tienen un club de campo con canchas de fútbol, cancha de vóley, vestuarios, pileta de natación, un tinglado enorme cerrado. Tienen para hacerlo en Monte Vera, pero ellos dicen que la convocatoria no va a ser la misma. Ese es un problema de ellos”, se quejó Mónica.
“La Ordenanza 9.139 de la Municipalidad regula todo lo que tenga que ver con espectáculos públicos, bailes, confiterías, y es clarísima. Todos todos los boliches y los empresarios de la ciudad tuvieron que acatarla, por más que no les guste, podrían usar el mismo argumento de que la convocatoria no va a ser la misma, pero es la ordenanza y es clara. Los derechos adquiridos terminan cuando la ley se va renovando y se va reorganizando la ciudad”, afirmó la vecina.
En este sentido, la mujer remarcó: “Anoche tocó un concejal, Juanjo Piedrabuena, o sea que desconociendo que se están violando ordenanzas el mismo concejal viene a dar un espectáculo”.
Por ahora, los vecinos autoconvocados se encuentran a la espera de respuestas por parte de la Secretaría de Control de la Municipalidad y del propio intendente, Emilio Jatón. “Estamos esperando que el defensor llame a todos los actores responsables por lo menos de la seguridad, a ver qué van a hacer, y la preocupación nuestra es cuando haya un hecho más grave quién va a ser el responsable, ni pensar si el muerto es un vecino”.
“No es la responsabilidad del defensor clausurar el club”, aclaró Mónica. “Si hubo tres heridos de bala en la salida de un evento lo mínimo que tenés que hacer es ver cómo están las cosas, tu personería jurídica, los elementos de seguridad, la policía”.
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En esta línea, los vecinos denuncian que hay una decisión política de mirar para otro lado, ya que se trata de un evento masivo de entre 1.000 o 1.500 personas, y aseguran que ya no sirve que pongan más personal policial. “Los días que vienen grupos que tienen más convocatorias es un desastre. La calle la cortan los mismos autos de la gente que viene, ponen música afuera del club, bailan en la calle, se pelean y se tirotean. Hemos visto chicas que se agarraban a patadas, de los pelos, revolcadas en el piso y lastimadas. Hemos tenido que llamar nosotros mismos a la ambulancia”, detalló.
Y continuó: “Ahora estamos recibiendo informes de hechos de gente que no ha denunciado o que sí denunció pero se tapó todo. Un chico perdió un ojo en la esquina del club por un piedrazo cuando le intentaron robar la moto durante el baile; después tenemos la foto de un vecino que tiene un balazo en el porche de la casa; un vecino encontró un arma en el cantero del frente”.
Otro problema es el de los cuidacoches, que terminan cobrándole a la gente que vive en el barrio por dejar su propio auto en la puerta de su casa. “Si vos vivís acá, a las ocho y media o nueve de la noche tenés que guardar el auto en la cochera porque si no le tenés que pagar o te lo rompen; y si un hijo tuyo sale le tenés que decir que se quede a dormir en otro lado porque no puede volver a las 12 porque es un peligro. Y es un hermoso barrio, estamos a cuatro cuadras de la costanera”.