Un año atrás, después de salvar la categoría al frente de Unión, viendo días después el descenso de Colón, Cristian González arrancaba un 2024 con un poco de espalda y crédito.
En un año, el DT de Unión está ante su tercer cimbronazo
Cristian González, DT de Unión, vuelve a estar en el ojo de la tormenta. A diferencia de febrero 2024, esta vez cuenta con más herramientas para encontrar soluciones

José Busiemi / UNO Santa Fe
Todo parecía sentenciado después del lapidario 4-1 en contra frente a Belgrano, pero él y sus muchachos (muchos jóvenes) creyeron que podían quedarse en Primera División, algo que sucedió con el 1-0 frente a Tigre.
La Copa de la Liga 2024, pone a Kily, en un escenario particular, tal vez para sus fueros íntimos, no tanto como cuando a esta altura de febrero su continuidad pendió de un hilo.
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El famoso partido contra Independiente Rivadavia
Con el zapatazo de Mosqueira, Unión vencía 1-0 en Avellaneda a Racing pero después llegarían derrotas contra Estudiantes y Newell's, y en el medio pobres empates 0-0 frente a San Lorenzo, Godoy Cruz y Platense.
El 24 de febrero, el Tate llegaba a la cita contra Independiente Rivadavia, apenas con 6 puntos sobre 18 (33,33%). Los pupilos de González sacaron la cara, golearon a la Lepra 4-1 y el que abandonó el cargo fue Rodolfo De Paoli.
Los protagonistas se encargaron después de decir, especialmente el capitán Corvalán, que el mismo DT les dijo que si no salían las cosas daba un paso al costado.
Segundo cimbronazo en Junín
El año 2024 transitó por vaivenes y en el camino de la irregularidad, Unión se quedó sin poder acceder a los playoffs de la Copa de la Liga. En números, dentro de un torneo con múltiples clasificaciones a las dos copas, el Tate estaba en carrera.
Llegó el 17 de abril en el Eva Perón y era la segunda bala para el ciclo González con la Copa Argentina. Un equipo integrado por muchos suplentes de Gimnasia (Mendoza) le dio otro cachetazo fuerte.
Los pocos testigos que rondaron el vestuario dieron fe de un encrispado González, que se iba con sus jugadores rápido de dos torneos sin respuestas. La Liga Profesional estaba a la vista.
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Sin participar en el mercado invernal, cumplió el objetivo
Lo más fresco fue satisfacción inicial, declaraciones de queja, partidos irregulares pero alcanzando el objetivo de llegar a la Copa Sudamericana.
Con un plantel modesto y sin incorporaciones, nadie le podía decir nada a un entrenador que inflaba el pecho por sacarle jugo a las piedras, alimentando una alta ilusión para el pueblo tatengue que actualmente no puede refrendar.
¿Será Instituto un punto sin retorno o la luz deseada?
El famoso "esto es fútbol" lo mete a González en su propio laberinto. Caliente post partidos, defendiendo a sus jugadores, pero en la práctica mostrando en cancha un equipo que no lo ayuda.
Las excusas de un fixture complicado, jugadores que se sumaron a mitad de camino, cuatro titulares que se fueron. El fútbol es hoy, presente, ni antes era héroe ni ahora villano.
El tema es que el presidente abrió la billetera que tanto pedía y pasan los días, las prácticas, los partidos, y ese punto de 12 lo empieza a emplazar. Tal vez Instituto del 13 de febrero de 2025 sea el Independiente Rivadavia 2024 y pueda aclarar un camino que viene bastante oscuro.