Colón apuesta por la pasión del hincha ante Boca para ponerle fin a la malaria
Cuando se conoció que Colón recibiría a Boca el viernes 28, desde las 21.10, por la 22ª fecha de la Superliga, rápidamente se pensó en la posibilidad de abrirle las puertas a los visitantes. Más que nada, porque el Xeneize se está jugando el título y por su peso específico, siempre tiene importantes movilizaciones, por lo que una gran convocatoria está prácticamente asegurada, a la par de un importante rédito económico.
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Pero también se evaluó que en este complejo momento deportivo, donde el equipo pelea por mantener la categoría, es prioritario aprovechar todos los factores que jueguen a favor y disponer de la capacidad de todo el Brigadier López es algo que puede generar un quiebre de positivismo. En pocas palabras, que la gente también juegue su partido metiendo presión desde las tribunas ante un rival que llega entonado y en alto nivel.
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Perdirle más de lo que ya hace al hincha suena hasta innecesario, pero se busca también capitalizar la localidad para romper, de una vez por todas, con la malaria, que llegó a los siete partidos sin triunfos y en un 2020 que solo tiene como aspectos positivos dos empates (ante Defensa y Justicia y Racing).
Hace algunas jornadas la cabecera que da al Fonavi San Jerónimo no viene siendo utilizada por los costos de seguridad y de personal que demanda, pero en este caso se pusieron a la venta entradas para no socios en pos de cristalizar un marco multitudinario, algo que ya tiene acostumbrado al mundo el pueblo sabalero.
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Con la colocación de la bandeja sur se incrementó el aforo (serían aproximadamente 40.000 personas), pero con los pulmones la cifra baja. Es así como el club está tratando de ver qué posibilidades hay de tener el mayor número posible. Las charlas con las entidades de control es trascendental en este sentido y se necesita de tiempo. Por eso se juega a contra reloj, pero sería muy factible ver un Cementerio de los Elefantes a pleno.
Los fanáticos también quieren colaborar en este aspecto y, pese a que no sienten el contagio necesario dentro del campo, se sumarán a la meta de volver al cause deseado, que es el de la victoria. El escenario no es el más halagüeño, pero en un deporte donde lo emocional juega un papel preponderante, lo que pueda hacer la gente es vital. La idea está en marcha.