A horas de asumir formalmente la conducción de Colón, la dirigencia encabezada por José Alonso ya activó gestiones sobre uno de los frentes más urgentes y complejos: la inhibición que pesa en FIFA por la deuda con el paraguayo Alberto Espínola. Aunque la asunción administrativa se concretaría este miércoles, los futuros responsables del club ya comenzaron a intervenir para intentar destrabar un conflicto que condiciona de lleno la planificación deportiva.
La nueva dirigencia de Colón ya encara su primer gran desafío: la deuda con Espínola
La dirigencia entrante de Colón, sin haber asumido, ya trabaja para intentar levantar la inhibición por Alberto Espínola en FIFA. ¿Habrá acuerdo?
Por Ovación
IG betoespinola
El origen de la deuda con Alberto Espínola
La deuda se originó durante la presidencia de José Vignatti, cuando Espínola llegó en el mercado de invierno de 2023 para reforzar al equipo. Su estadía fue breve: una grave lesión sufrida con la Selección de Paraguay lo marginó por meses y, tras el descenso de Colón a fin de ese año, el lateral terminó desvinculándose. Sin embargo, quedó un compromiso económico impago que derivó en el reclamo formal ante FIFA.
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Desde entonces, el caso se transformó en un verdadero obstáculo institucional. El monto exigido ronda los 400.000 dólares, cifra que hoy representa un golpe directo para un club con serias dificultades de liquidez. La dirigencia saliente de Víctor Godano había intentado acercar una propuesta de plan de pagos, pero el entorno del futbolista rechazó la oferta.
Los hombres de Alonso ya se movieron en el mismo sentido: tomaron contacto con el apoderado legal de Espínola para intentar negociar, aunque la postura del jugador se mantiene inflexible. Su representación exige el pago total y de inmediato, algo que parece fuera del alcance actual de Colón.
El pensamiento de Alonso sobre la inhibición en FIFA
Durante la campaña electoral, Alonso ya había anticipado cuál sería su postura ante este tipo de situaciones. “Si tenés una inhibición, no hay otra alternativa más que hacerse cargo. Si querés operar en el cuerpo del club, tenés que abrir, ver qué pasa adentro y resolver. Hoy lo financiero condiciona más que lo económico, y eso hay que entenderlo. Hay que poner más de 300 mil dólares, y eso es una realidad”, había expresado.
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El nuevo gobierno sabalero, que tendrá mandato por los próximos dos años, deberá encontrar una salida rápida para evitar que la inhibición paralice el armado del plantel. Mientras se aguarda la formalización de la asunción, ya quedó claro que la gestión de Alonso comienza con un desafío mayúsculo: sanear una deuda heredada que hoy es la principal traba para proyectar la nueva etapa del club.

















