Un hecho llamativo se dio en el final del partido de este lunes por la tarde-noche en el Brigadier López, con la victoria agónica de Colón ante Gimnasia (LP), clave en la pelea para escaparle al descenso. Se produjo un tenso altercado entre los colaboradores del entrenador Pablo Lavallén y algunos plateístas.
Tenso cruce entre los plateístas y el cuerpo técnico de Colón
Antes del gol de Wilson Morelo en el epílogo, hinchas comenzaron a descargar su disconformidad con la actual conducción. El 1-1 dejaba al equipo en la zona roja y por eso la danza de insultos era cada vez mayor. Después llegó el tanto del colombiano y consiguió el desahogo generalizado, el tema es que se dio con una vehemente reacción del cuerpo técnico y también de Tomás Chancalay, que se sumó a la situación.
Fue una clara descarga y lejos de contribuir, elevó el nivel de calentura generalizada que demandó de la acción de la policía para que todo no pase a mayores. Amén de entender o justificar la respuesta de los que forman parte de la estructura del actual plantel, la cosa no viene de ahora sino desde hace varios partidos. El Sabalero hacía 13 partidos que no ganaba a nivel local y por eso la bronca de los simpatizantes estaba a flor de piel.
(Gentileza TyC Sports)
Pero por otro lado, el resto de seguidores no aceptan ninguna de las dos cosas: a los fanáticos que solo van a putear en lugar de apoyar, y que el cuerpo técnico responda en lugar de mantenerse en su tarea. Cosas del fútbol argentino que, pese al paso del tiempo, se mantienen inalterables. Quedará a criterio de cada uno si es normal, típico o malo.
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"No le doy interés a las otras cosas. Trabajo para la gente que viene y quiere al club. Estoy contento de ver feliz a la gente", dijo Lavallén en conferencia de prensa, tratando de apartarse de una situación que tiene muchos tira y afloje pese a cortar la malaria y las dos victorias en el final. ¿Será el punto de quiebre para una mejor relación?