Todavía quedan saldos y retazos de lo que dejó la derrota de Colón ante Temperley por la fecha 31 de la zona B de la Primera Nacional. Un nuevo mazazo a la ilusión, ya que otra vez se dejó pasar la chance de meter presión arriba. Ahora, volvió a quedar a cinco.
Un factor que se repite en las cinco derrotas al hilo de Colón como visitante
Colón mostró que de visitante es del montón y los rivales con poco le ganan. Temperley se aprovechó de eso y maximizó una situación de las últimas cinco salidas
El detalle para no pasar por alto es que también quedó en la misma brecha de salir del Reducido, por lo que las alarmas suena en ambos sentidos. Por eso la preocupación y presión extra, cuando restan nomás siete partidos por delante de la fase regular.
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Un axioma que se repite en Colón
Ya se gastaron varias palabras y aspectos estadísticos de la paupérrima performance del Sabalero de visitante, pero hay un factor que se repite: las últimas cinco derrotas en fila fuera de Santa Fe fueron por 1-0. Si bien Colón hace rato viene jugando mal, los rivales justo juegan quizás su mejor partido y les alcanza con un solo golpe.
Quizás Temperley sí evidenció, a diferencia de otros, una superioridad. Sobre todo luego de la expulsión de Oscar Garrido. Impidió que Colón le pateara al arco y estuvo cerca de ampliar. La particularidad es que los demás encuentros fueron prácticamente de la misma manera: esperando, pegando y luego defendiendo.
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Siempre le dieron la responsabilidad al Rojinegro, que mostró impericias para atacar y queda de manifiesto al marcar un solo gol en estos 10 encuentros que lleva sin ganar de visitante. Un equipo que pretende ser candidato al primer puesto no puede tener estos números. Será cuestión de ver si puede enderezar el rumbo cuando ya no depende de sí mismo.