Arístides Álvarez es docente jubilado, fue director de escuela y actualmente preside la ONG “Si nos reímos, nos reímos todxs”, un espacio a través del cual suele dar charlas en escuelas y clubes sobre convivencia y cuidados de los chicos en el mundo digital. Como primera reflexión sobre el debate acerca de los retos virales de TikTok y cómo estos permean entre niños y adolescentes, dice que muchas veces ellos no son conscientes de los riesgos que pueden aparejar, porque “lo que buscan es ser reconocidos y tener más likes como modo de aceptación”.
"Chicos como grandes tienen una gran necesidad de ser reconocidos a través de los «me gusta»"
Por Matías Loja
Es que para el especialista, tanto chicos como grandes tienen una gran necesidad de ser reconocidos a través de los “me gusta” que proponen las redes sociales y aplicaciones de las pantallas. “Eso neurológicamente tiene sus razones, porque genera hormonas como la dopamina que da placer. Todo esto está produciendo este mundo virtual donde muchos adultos tienen comportamientos distintos a los de la vida real. Y en el caso de los chicos, ellos son mucho más vulnerables y le cuesta más reponerse de la angustia de no ser reconocidos o aceptados en los grupos donde pertenecen”, sostiene Álvarez.
Las vacaciones son tiempos ocio para los chicos y por ende crece también el tiempo en pantalla. Frente a este escenario, el docente dice que hablar de los cuidados a tener en el mundo digital –la ONG también trabaja temas como el ciberbullying y el grooming– no solo debe ser responsabilidad de las familias, sino también de aquellas instituciones donde los chicos socializan, como escuelas y clubes. “Yo la verdad que estoy bastante desencantado –dice–, porque en los clubes, sobre todo los grandes, no se abordan estos temas, como que no les parece importante. Y ahí la verdad que es una asignatura pendiente”.
En este sentido, dice que en los clubes de barrio encuentra mejor predisposición para dialogar con los chicos y profes sobre estos temas, aunque a veces lo que faltan son recursos para abordarlos mejor. Sobre todo después de la pandemia, que advierte: “Originó un mayor uso de tecnología que ahora es imposible de revertir, pero que de alguna manera tenemos que poner ciertos límites porque los riesgos son muchos”. Como muestra dice que el 40 por ciento del tiempo del día estamos conectados, un tercio de cada jornada. “He visto el año pasado en el recorrido que hice por las escuelas a docentes que sienten que es una batalla perdida el tema del celular, veo un cansancio docente”, apunta.
Comunicación abierta
Ante esta realidad, para Álvarez un primer paso es avanzar en una comunicación abierta con los chicos, ya sea desde el rol de familiar adulto, docente o como profe del club o la colonia de vacaciones. “Una comunicación abierta que sea clara, con normas y límites. Y ubicarse en el rol: no somos amigos, sos papá, mamá, abuelo, tío o profe”, destaca.
Y como segundo paso insta a utilizar las herramientas de control parental que brindan las plataformas y aplicaciones. “Esas herramientas ayudan y mucho, pero hay un gran desconocimiento. TikTok tiene un montón de información que ayudaría a prevenir esto, solo que hay que saber usarla y no todos estamos capacitados para eso”, afirma.
Respecto del ámbito educativo, el exdirector del Instituto Zona Oeste advierte una falencia para abordar estas temáticas: “No están en la currícula de los Institutos de Formación Docente, hay docentes que no están capacitados para esto y entonces quedan al libre albedrío y decisión de los directivos o de los mismos profesores, que la mayoría se preocupa y mucho. Aunque a veces sienten impotencia porque no pueden solos”. Como última medida, invita al mundo adulto a conocer y tener instaladas estas aplicaciones. “Aunque no las uses, saber cómo funcionan”.
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