El cadáver de Pillín Bracamonte, histórico líder de la barra brava de Rosario Central asesinado el 9 de noviembre, sigue en una cámara de conservación en el cementerio de Pérez. A 13 días del crimen, sus familiares esperan la orden judicial para realizar la cremación.
El cadáver de Pillín Bracamonte sigue en una cámara de conservación y custodiado por policías
La Fiscalía no autorizará la cremación hasta que estén los resultados definitivos de la autopsia al cuerpo del asesinado jefe de la barra de Rosario Central.
Este acto, sin embargo, no será autorizado por el fiscal a cargo de la causa hasta que se obtenga el informe final de la autopsia.
El asesinato de Pillín Bracamonte fue el puntapié para el inicio de dos historias paralelas. Por un lado, lo que implica este crimen en el organigrama delictivo de la ciudad, en tanto la víctima fue un pilar de ese esquema más allá de los negocios que controlaba desde su lugar de jefe de la barra. Por otro lado, en lo vinculado a la intimidad de sus allegados, se siente la larga espera para darle un destino definitivo a los restos de Bracamonte.
La demora se extendió y el cuerpo del referente de la barra de Rosario Central continúa custodiado por agentes policiales en el cementerio El Prado de Pérez, donde permanece en una cámara de conservación. Si bien en un principio existía el riesgo de que ocurriera un hecho violento alrededor de la custodia del cuerpo, en los últimos días disminuyó la alerta y eso llevó a que hoy sea menor la presencia de agentes en el operativo.
Una larga espera
El domingo 10 de noviembre, el cadáver de Bracamonte fue sometido a una autopsia en el Instituto Médico Legal (IML). Los peritos confirmaron que, en el ataque sufrido luego del partido de Rosario Central contra San Lorenzo, el líder de la barra brava canalla había recibido cinco balazos. Después de ese procedimiento de rigor, y clave para la investigación, los allegados de la víctima comenzaron una larga espera para poder concretar la cremación.
Finalmente, el cuerpo de Pillín llegó el lunes 11 por la noche a El Prado, Cementerio Parque Privado, ubicado en Pérez. Para que sea posible transcurrió buena parte del domingo y el lunes entero, todo bajo una fuerte custodia policial en el IML. A lo largo de esas horas corrieron los rumores sobre dónde sería velado y enterrado Bracamonte.
Cautela y rumor fueron parte de un operativo secreto que se extendió hasta el traslado del cuerpo a Pérez y que continuó allí. Los motivos: tanto el temor a una represalia contra allegados a la víctima o bien a que el cuerpo sea profanado para que hinchas de Central le dieran una despedida a tono con su lugar en la barra.
Un cadáver custodiado por policías
Desde la llegada al cementerio de Pérez, el cadáver fue depositado en una cámara de refrigeración para conservar el cuerpo. Es que el fiscal Alejandro Ferlazzo, a cargo de la investigación del crimen, no autorizará la cremación hasta que se conozca el informe final de la autopsia.
En ese marco es que desde el 12 de noviembre el cuerpo es custodiado por policías, dispositivo que se mantiene hasta hoy aunque con menos agentes. En un principio eran seis efectivos y por el momento son solo dos, debido a una baja en el nivel de alerta que se había generado en los primeros días.
La custodia está a cargo del Grupo Táctico Multipropósitos y del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (Giri). La orden es evitar cualquier tipo de acercamiento al cadáver de Bracamonte, mientras sus allegados aguardan el permiso para poder cremar los restos.