Hace tiempo se sabe que el consumo de tabaco tiene un impacto profundamente negativo en la salud de las personas, siendo la causa de múltiples enfermedades de gravedad. Mata a más de ocho millones de personas cada año, alrededor de un millón en la región de las Américas, y su consumo es la principal causa de muerte prevenible a nivel mundial.
Hoy es el Día Mundial Sin Tabaco


En la Argentina mueren más de 47.000 personas cada año por enfermedades asociadas al tabaquismo, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), enfermedades cardíacas o cerebrovasculares, y varios tipos de cáncer.
Pero el tabaco no solo daña la salud de quienes lo consumen y quienes están a su alrededor, sino de todas las personas y animales a causa de su impacto negativo en el medio ambiente. El cultivo, la fabricación y el consumo del tabaco envenenan el aire, el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, microplásticos y hasta tres tipos de gases de efecto invernadero.
El impacto es inmenso. Se estima que hasta ahora más de seiscientos millones de árboles se han talado para producir cigarrillos, 84 millones de toneladas de dióxido de carbono se han liberado a la atmósfera en el humo del tabaco elevando la temperatura del planeta, y alrededor de 22.000 millones de litros de agua se han utilizado para fabricar cigarrillos.
Este 31 de mayo desde la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud se conmemora el Día mundial sin tabaco, una fecha clave para analizar y profundizar los esfuerzos contra este problema.
El impacto nocivo de la industria del tabaco sobre el medio ambiente es enorme y va en aumento, lo que añade una presión innecesaria sobre los ya escasos recursos y frágiles ecosistemas del planeta Tierra.
El tabaco mata a más de ocho millones de personas cada año y destruye el medio ambiente, dañando aún más la salud humana, a través del cultivo, la producción, la distribución, el consumo y los desechos posteriores al consumo.