Un hombre de 26 años identificado como Iván Ariel Cantarutti fue condenado a tres años de prisión de cumplimiento efectivo por haber determinado a otras personas a que realicen una práctica de maltrato a animales denominada "crush fetish". La sentencia fue ordenada por el juez Gustavo Urdiales en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos desarrollado en los tribunales de la ciudad de Santa Fe. El fiscal que investigó lo sucedido y representó al MPA es Omar De Pedro.
Crush fetish: fue un remisero el que desbarató una banda de maltrato animal con fines sexuales
Esta condena marca precedentes en la justicia argentina, por ser la primera en un caso de crush fetish. "El crush fetish es una práctica aberrante donde se utilizan animales de menor porte, cachorros, conejos, ese tipo animales y se los utiliza para prácticas que tienen una connotación sexual y que consisten básicamente en aplastar el animal y con eso tener un goce", explicó De Pedro.
El fiscal dio a conocer cómo fue que salió a la luz esta práctica que no involucraría a un solo hombre, sino a una asociación de personas que participaron. "Se conectaba la persona condenada con distintas mujeres, inclusive a través de alguna página de Internet. Las convocaba, les ofrecía dinero, las convencía. Ellas sabían de esta práctica, sabían que integraban un grupo que se dedicaban a esto. Realizaban estas prácticas en muchos casos en moteles", comentó. Agregó De Pedro que ·"una de las chicas que había ido a realizar el acto", cuando vio lo que era no quiso hacerlo. Impactada, se lo comentó a un remisero que la trasladó. El hombre llevó la información a la Asociación contra la Crueldad y el Maltrato Animal (Acma) y eso dio pie a la investigación, luego a la detención y hoy a la condena.
"Cuando hicimos el allanamiento, en el que participé personalmente, encontramos por ejemplo un vestido azul eléctrico que no hay otro así porque tiene ciertas particularidades. Eso nos llevó a las pruebas que nos llevó a decir que él era el autor y de que mujeres que salían en distintos videos y fotos habían participado de esta situación", dijo el fiscal.
El fiscal señaló que “el condenado llevó adelante su accionar delictivo entre 2018 y 2020, período en el que formó parte de una asociación criminal destinada a realizar crush fetish". "En este caso fue advertido por la agrupación contra la Crueldad y el Maltrato Animal de esta situación. La señora Gabriela Salzman nos aportó muchas pruebas. Fue una colaboración muy importante y eso sumado a la actuación nuestra pudimos dar con una persona. Entendemos que era uno de los principales. Lo dejamos detenido el 30 diciembre del 2020. Quedó en prisión preventiva y luego de negociaciones logramos un acuerdo abreviado que nos parece muy importante. Porque es de tres años de prisión efectiva. Esta persona, hay que aclararlo, está preso y va a seguir preso. Es decir que la condena la está cumpliendo tras las rejas", aportó el fiscal sobre la condena.
En esta línea destacó que no hay otro caso así ya que la condena que prevé la ley de actos contra el maltrato y actos de crueldad animal son de un mes a un año de prisión. "Evidentemente ha quedado muy desactualizada esa ley. Son penas muy menores. Sobre todo para nuestra jurisprudencia actual, y nuestra sociedad actual donde los derechos de los animales se están intentando proteger. Se logran los 3 años porque pudimos también de alguna manera atribuir asociación ilícita porque entendimos que había otras personas participando y que esta situación tenía un carácter de permanencia. Los elementos que logramos reunir la verdad que no fue fácil por eso no hay otro caso así. En esta negociación también se logró esta condena porque no tenían otra opción desde el lado de la defensa".
Al mismo tiempo reveló que las investigaciones continúan: "Soy optimista que podemos llegar a obtener a alguien más. Está en investigación. No lo podemos asegurar pero pienso que tenemos buenas perspectivas de lograr alguna otra persona". Aún no se pudo determinar si las filmaciones y material audiovisual tenían fines comerciales o si pertenecía a algún círculo de consumo de este tipo de material ilegal.