Sandra Ojeda tenía 22 años cuando su cuerpo fue encontrado calcinado en barrio Las Lomas, en el noroeste de la ciudad. Fue en la madrugada del 6 de diciembre del año pasado, cuando fue atacada, golpeada y luego prendida fuego en inmediaciones de Camino Viejo a Esperanza y calle Alberti. Fue tal el grado de incineración que, excepto por los pies y los tobillos, todo el cuerpo de la joven de 22 años quedó carbonizado.El reconocimiento se logró por ropas que se encontraron en el lugar pero aún están pendientes los resultados definitivos del ADN, tanto de Sandra, como del material genético que encontraron debajo de sus uñas, que podría pertenecer por los menos a uno de sus agresores, de quien intento defenderse.
Buscan a dos cómplices del crimen de Sandra Ojeda
Femicidio. La joven de 22 años fue asesinada el 6 de diciembre pasado, en barrio Las Lomitas. Por el caso hay un detenido, y buscan a dos hermanos que habrían colaborado.
25 de mayo 2015 · 22:32hs
Al día de hoy, Jonathan Rivero (27), que aquella madrugada se presentó en la comisaría y dijo que vio cuando la chica era asesinada, es el único detenido por el crimen. En marzo pasado, pidió que se revoque la decisión del juez Nicolás Falkenberg, que días después del crimen le dictó la prisión preventiva. Sin embargo, la jueza de Cámara, Jaquelina Balangione, le contestó que continuará detenido, hasta el día del juicio. La decisión llegó luego de que el abogado defensor de Rivero, Ignacio Ferreyra, expuso una versión sobre el rol del detenido en el homicidio que los fiscales calificaron de inverosímil.
Es que según expuso Ferreyra, Rivero pasó a buscar a Sandra por Blas Parera y Alberdi, donde la chica trabajaba, pero no fue solo, sino que con dos hermanos, de apellido Cequeira, que conducían un Ford Falcon color gris.Según la versión del imputado, los cuatro anduvieron en el auto hasta llegar al descampado de Camino Viejo a Esperanza y calle Alberti y que cuando se bajaron del auto, los hermanos atacaron a la chica. Rivero dijo entonces que él también fue golpeado, y que tras una de esas agresiones cayó sobre Sandra y es entonces cuando ella lo rasguñó en la cara y el cuello y luego lo mordió. Para los fiscales, Jorge Nessier y Cristina Ferraro, la parte del relato donde Rivero dice que él también fue atacado, fue una maniobra para evadir la sanción penal. Sin embargo, no descartan que en el crimen hubieran participado estos otros dos hombres y hoy la mira está puesta en localizarlos. Los investigadores reconstruyeron el crimen de Sandra con los testimonios de dos compañeras de ella que contaron que un muchacho de barrio Acería la pasó a buscar entre las 23 y las 23.30 del 5 de diciembre. Ambas mujeres identificaron a Rivero en una rueda de reconocimiento. Ninguna de las dos mencionó el Ford Falcon, ni que hubiera habido otras personas junto a Rivero.Creen que estranguló a Sandra con una tela, que podría haber sido la calza que llevaba la joven y que apareció a unos pocos metros del cuerpo. El informe final de la autopsia determinará si aún estaba con vida cuando fue prendida fuego. Tampoco se pudo determinar qué combustible arrojó sobre el cuerpo de Sandra para que ardiera durante tantas horas, pero sí quedó establecido que fue en escasa cantidad, y creen que para que no se apagara armó una especie de hoguera con ramas y pasto seco.