El hecho sucedió el sábado en la ciudad de Rosario, cuando dos agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) fueron llamados a intervenir en un parto inesperado. La secuencia de eventos comenzó alrededor de las 15, cuando los oficiales patrullaban por la intersección de las avenidas Seguí y Avellaneda. Allí, una mujer los detuvo en la calle de forma urgente, solicitando ayuda para su nuera, quien se encontraba en pleno trabajo de parto.
Milagro en un patrullero: policías ayudaron en el nacimiento de un bebé en pleno trabajo de parto
Sucedió en Rosario. El pequeño nació en el patrullero. Presentaba una complicación: el cordón umbilical estaba enrollado en su cuello
Por Juan Trento
Los agentes, una mujer y un hombre, no dudaron en acudir de inmediato al domicilio. Al llegar, confirmaron que las contracciones de la parturienta, de 30 años, se habían intensificado y que el nacimiento era inminente. Decididos a asistirla, trasladaron a la madre y su nuera al patrullero, dando aviso al 911 mientras se dirigían al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez.
Sin embargo, el nacimiento se precipitó antes de que pudieran llegar al hospital. El bebé comenzó a nacer en el patrullero, obligando al oficial al volante a detener la marcha. El recién nacido presentaba una complicación crítica: el cordón umbilical estaba enrollado en su cuello, dificultando el proceso de parto y poniendo en riesgo su vida.
Fue entonces cuando la agente femenina, quien estaba junto a la parturienta, desplegó una maniobra de emergencia conocida como “Somersault”, que consistió en flexionar cuidadosamente la cabeza del bebé hacia el muslo de la madre y liberar los hombros, mientras permitía que el resto del cuerpo emergiera en una voltereta controlada. Una vez fuera, procedió a desenrollar el cordón del cuello del bebé.
Los primeros segundos fueron de tensión, ya que el recién nacido no reaccionaba. Tras unos momentos de estimulación, comenzó a respirar y emitió su primer llanto, señal de alivio tanto para los policías como para la madre.
Con el bebé en brazos, y ante la premura de la situación, el patrullero se dirigió a toda velocidad al hospital, acompañado por otra unidad policial. Finalmente, madre e hijo llegaron al Hospital Clemente Álvarez, donde fueron atendidos de inmediato y, para alivio de todos, se confirmó que ambos se encontraban en buen estado de salud.
La Jefatura de la Unidad Regional II de Rosario y el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe elogiaron públicamente la actuación de los oficiales, destacando su capacidad de respuesta y la habilidad demostrada en una emergencia de esta magnitud.