La apertura de importaciones y la flexibilización de las compras en el exterior dispuestas por el gobierno nacional generan preocupación en la industria y en diferentes sectores productivos de Santa Fe.
Sectores industriales locales advierten por el impacto de la apertura de importaciones: piden igualdad de condiciones
Las industrias santafesinas de bicicletas y calzado alertan que la flexibilización de importaciones pone en riesgo a las pymes. Piden igualdad de condiciones para poder competir con productos importados y proteger el empleo local.
Fábricas, radicadas en la provincia de Santa Fe, advierten sobre las dificultades que estas medidas traerán para la competitividad y el impacto que podría tener en el empleo.
Sergio Peretti, dueño de la fábrica de bicicletas SLP, una pyme familiar con más de 180 empleados de Rafaela, señaló que la importación y reducción de aranceles a las bicicletas que llegan de afuera podrían poner en peligro la producción local.
“La bicicleta tenía un arancel del 35%, lo bajaron al 20%, pero los insumos que compramos afuera siguen con aranceles. Esto nos genera una desventaja enorme”, explicó el empresario, quien se mostró preocupado por la falta de un enfoque equitativo en las políticas de comercio exterior.
Peretti, quien arrancó su empresa en 1985 en un pequeño taller de reparación y hoy fabrica unas 850 bicicletas diarias, agregó que los márgenes de ganancia en su sector ya son extremadamente bajos.
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“La diferencia entre una bicicleta nacional y una importada será de un 10 o 15%. Estamos hablando de márgenes mínimos y, con los costos que manejamos, será muy difícil mantenernos competitivos si las bicicletas importadas bajan un 15% en su precio”, explicó en declaraciones a la emisora LT10.
Además, el empresario destacó que la empresa ha venido sumando nuevos empleados en los últimos meses debido a la buena demanda del mercado local, pero ahora ve que la apertura de importaciones podría revertir esa tendencia. “Es fácil decir «traigo las bicicletas armadas y ahorro en personal», pero nuestra prioridad es defender las fuentes de trabajo”, remarcó.
Peretti también alertó que, si la situación no mejora, su empresa se vería obligada a replantearse su modelo de negocio. “Si la actividad se vuelve insostenible, dejaremos de ser industria y seremos importadores. Pero no queremos eso. Es muy difícil despedir gente, nuestro compromiso es con los trabajadores”, afirmó.
Por otro lado, Alberto Serra, gerente de la Cámara de la Industria del Calzado de Santa Fe, también expresó su preocupación ante la flexibilización de las importaciones.
Según el industrial, la llegada de calzado importado, especialmente de bajo costo y fabricado en materiales como lona y plástico, afecta directamente a los fabricantes locales.
“Lo que estamos viendo es que los grandes distribuidores traen ese tipo de productos, que son más baratos, y aunque no sean de mala calidad, es muy difícil competir”, comentó Serra.
El gerente de la Cámara añadió que la situación es aún más compleja en el contexto económico actual, donde la falta de consumo es un factor agravante.
“Hoy, el problema no solo es la competencia de las importaciones, sino también la falta de consumo. Si no hay demanda, las empresas locales no podemos reactivar la producción. No estamos viendo esa «reactivación» que mencionan en otros sectores”, subrayó en declaraciones al programa "De 10", que se emite por "LT10".
Serra también mencionó que la industria del calzado cuenta con tecnología de punta. “Tenemos máquinas de corte computarizadas que muchos en el mundo no tienen, procesos robotizados en algunas fábricas. El problema no está en la tecnología, está en las condiciones macroeconómicas que hacen casi imposible competir en igualdad de condiciones”, dijo.
El gerente de la Cámara del Calzado también hizo hincapié en que el impacto de la apertura de importaciones no se limita al precio, sino que también afecta la sostenibilidad de las pymes. “Cuando un calzado importado entra al país, paga IVA. Pero cuando lo producís acá, además del IVA, tenés que enfrentar cargas sociales, ingresos brutos, tasas e impuestos municipales”, explicó.
Por último, Serra mencionó un proyecto de ley para las PyMEs que busca mitigar los efectos de la apertura de importaciones, a través de la compensación de algunos costos. “Hay un proyecto que propone, por ejemplo, tomar a cuenta el pago del IVA para las pymes. Eso ayudaría a igualar las condiciones, pero hasta ahora no hemos visto avances concretos”, señaló.
Ambos referentes de la industria indicaron que las pymes necesitan medidas claras y justas para poder competir en igualdad de condiciones con los productos importados y evitar impactos en el mercado laboral.