Ulises Sedrán es el nuevo director del Conicet Santa Fe y tiene una larga trayectoria vinculada a la investigación en la capital provincial. En su gestión apunta a consolidar el trabajo que se sostuvo en los últimos años y poder profundizar la labor en aspectos específicos. En diálogo con Diario UNO se refirió al impacto que generó el cambio de gobierno nacional, las expectativas de inversión en el CCT Santa Fe y al desafío de sostener la relación de los santafesinos con la ciencia y la investigación.
Ulises Sedrán: "La actividad científica es una marca local"

Por Juan Almará

Juan Manuel Baialardo/ Uno Santa Fe
"Cuando era chico, en mi casa, jugaba con cositas, colores y sustancias. Luego me enteré que eran química. Hacia el fin de mi infancia, mis padres me regalaron un juego de química y me apasionó de entrada", recordó pero aclaró: "No es el único condicionante. Hay un montón de cosas que te llevan hacia un lado o el otro. Luego estudié ingeniería y pensé que iba a trabajar en una planta pero no. Pude entrar en el instituto y acceder a una beca para hacer el doctorado. A partir de ese momento me realicé, entendí que eso era lo que quería".
Sobre el camino recorrido, Sedrán -que desde 2013 es director del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape UNL-Conicet)- bromeó: "Pasé 35 años en dos manzanas porque hice el secundario en la Escuela Industrial, después estudié Ingeniería Química e hice el doctorado en la Facultad de Ingeniería Química (FIQ-UNL). Luego hice beca e ingreso en el Incape".Pasó, también, por todos los escalones de la carrera de investigador del Conicet hasta llegar al máximo cargo directivo, desde el 1 de septiembre.
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— Diario Uno Santa Fe (@unosantafe) 14 de octubre de 2015
—¿Con qué expectativas llega a la dirección del Centro Científico Tecnológico (CCT) Santa Fe?
—Llegué a este lugar como resultado de un proceso eleccionario absolutamente abierto y democrático en el ámbito del Consejo de Dirección del CCT. Los directores decidieron cómo votar y como resultado de esa votación salió mi propuesta hacia Conicet, que luego me designa. Así que mi expectativa es que el CCT realmente mantenga y cumpla su función de superestructura de servicios, fundamentalmente, para el resto de los institutos. Somos 14 institutos en este momento.
—En los últimos años, el CCT tuvo un gran crecimiento con la creación de edificios para los institutos de doble dependencia entre las universidades y el Conicet, ¿qué proyectos hay a futuro?
—Algo notable en estos últimos años es la construcción de los nuevos edificios que se ven en el predio. Tales son los casos del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), dirigido por Raquel Chan -anterior directora del CCT Santa Fe-, del Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (Imal), dirigido por Hugo Aimar; y del Incape, con mi dirección. Así que hay notorias evidencias de que hubo un apoyo al desarrollo de las ciencias. Para el futuro inmediato no hay previsiones de nuevos edificios, excepto el del Instituto de Lactología Industrial (Inlain), dirigido por Jorge Reinheimer, que hoy funciona en la FIQ-UNL. El proyecto está aprobado, está todo pero hoy no está el dinero. No sabemos cuándo podrá concretarse eso. El único movimiento importante que se espera en el futuro inmediato, pero que todavía no está cerrado, es del Plan de Mejora Institucional (PMI) que elaboró el CCT en función de una autoevaluación, una evaluación externa y a una serie de recomendaciones que recibió como resultado de ese proceso. Ese PMI está aprobado por el Ministerio de Ciencia de la Nación e involucra una inversión de unos 800.000 dólares. Con eso se van a hacer obras y mejoras para todo el CCT.
"El proyecto del edificio del INLAIN está aprobado, está todo pero hoy no está el dinero. No sabemos cuándo podrá concretarse eso" - Ulises Sedrán, director del Conicet CCT Santa Fe
Sedrán remarcó la importancia que tiene contar con un predio de las características del que lleva el nombre "Dr. Alberto Cassano" para que los investigadores puedan realizar su tarea. "Poder brindarle eso a una persona que necesita libertad y tranquilidad para trabajar es muy bueno. Sobre todo comparado con situaciones anteriores, que no se extinguieron. Es distinto tener que trabajar en el centro de la ciudad con espacio reducido", reconoció.
—¿Cómo están en relación a la adquisición de equipamiento?
—Muchas disciplinas son experimentales y el equipamiento experimental o de análisis y de caracterización de alta complejidad es tremendamente costoso. Ahí tenemos un déficit que habría que solucionar. De vez en cuando hay convocatorias que sí o sí son de tipo asociativas, es decir, un proyecto tiene que involucrar a muchos investigadores y, si es posible, a más de un instituto. Aquí ya se cerró la licitación para un microscopio electrónico de transmisión que cuesta 550.000 dólares. Es mucho dinero. Ahí estamos necesitando más.
—¿El hecho de que, más allá del cambio de gobierno, exista continuidad en el Ministerio de Ciencia -ya que al frente sigue el exfuncionario kirchnerista Lino Barañao- les genera tranquilidad?
—Personalmente opino que eso todavía no se ve, ni la concreción ni el cambio. Es decir, estamos en una situación de stand by. Creo que aún no se mostró una u otra dirección. La política nacional es darle continuidad, por eso sigue el mismo ministro, se supone que apoya su plan pero lo ideal sería que esto sea una política de Estado y que no dependa tanto del partido en el gobierno. Primero, y antes que nada, hay que reconocer la importancia del tema a nivel nacional, más para países como el nuestro que no es central.
"Creo -acotó- que todos los investigadores quieren saber si se va a mantener el proceso anterior o no; y no tiene que ver con el color político sino con que fue una etapa positiva. Todos estamos esperando que así sea, por el trabajo individual, por el institucional y por la sociedad entera porque creemos que es bueno que la ciencia en el país se solidifique".
—¿Cómo impactó en el desarrollo del Conicet Santa Fe la incorporación de jóvenes que se dio, de manera muy importante, en los últimos años?
—Positivamente. Hace unos siete años Conicet envejecía aceleradamente. La edad promedio de los investigadores era cada vez más alta. Así que empezó a notarse, de un modo muy efectivo, el ingreso de sangre joven, tanto becarios para sus doctorados como investigadores. Se ha creado una masa absolutamente importante y necesaria. Y eso se dio en todos los ámbitos, no en algún instituto en particular. La última convocatoria de becarios, que cerró en agosto, no está resuelta; vamos a ver si en 2017 logra mantenerse ese ingreso importante que sigue haciendo falta. No es un proceso terminado, debería mantenerse.
"Creo que todos los investigadores quieren saber si se va a mantener el proceso anterior" - Ulises Sedrán, director del Conicet CCT Santa Fe
Vinculación con la comunidad
Por las características de la ciudad, los habitantes de la capital provincial tienen mayores posibilidades de acceder a propuestas vinculadas con la investigación y el conocimiento específico. "La actividad científica y universitaria en la ciudad es una marca local", reconoció Sedrán y agregó: "En Conicet somos 1.100 entre investigadores, becarios y personal de apoyo. Ese número lo transforma en uno de los CCT más importantes del país, en términos absolutos y en la relación con la cantidad de habitantes. Realmente es una actividad muy importante la que se realiza".
—¿Hay un desarrollo de la cultura científica en Santa Fe?
—Jugarme por un sí sería pecar de inocente, ser demasiado optimista. Pero no puedo negar que la gente sabe que está la Ciudad Universitaria y que al lado está el Conicet, donde están los institutos. Pero creo que también depende de nosotros, la ciudadanía no tiene por qué enterarse por sí misma, sus instituciones deberían mostrarse. El 16 de septiembre se va a hacer una actividad especial en el anfiteatro del predio. Va estar Diego Hurtado de Mendoza -con la charla "Sobre bastones largos e ideas cortas: ¿por qué el disciplinamiento social es incompatible con el desarrollo basado en conocimiento?" y luego se presentará Galíndez. Es una modalidad que no se ha aplicado antes y tengo la esperanza de que eso empiece a mostrarnos un poco más.
—¿Hay resistencia de los científicos para abrirse a la comunidad?
—No. Probablemente el modelo de científico de película, ese tipo encerrado en su trabajo no es real. Somos gente normal, tenemos otra vocación, nada más.
Por último, marcó que "el trabajo de los científicos se revierte a favor del medio social". Y agregó: "Fue Gandhi el que dijo: "somos un país pobre y no podemos darnos el lujo de no investigar"".