Nicolás Orsini hizo todo en los minutos que jugó ante Sarmiento. Ingresó a los 16' del segundo tiempo y minutos después se hizo cargo del penal con el que Unión parecía encaminar la victoria. Sin embargo, el delantero lo pateó de manera anunciada y con displicencia. El resultado no podía ser otro, José Devecchi se recostó hacia la izquierda y tapó el débil disparo.
Orsini salvó a Unión, pero también se rescató a sí mismo

Nicolás Orsini debutó en la red con la camiseta de Unión marcando un gol decisivo.
Acto seguido, el 15 de Abril se hizo sentir y claro está, el principal apuntado fue Orsini, quien comenzó a ser resistido cada vez que entraba en contacto con el balón. Todos los dardos estaban dirigidos al exBoca y no era para menos, ya que hasta ese momento no había demostrado nada con la camiseta rojiblanca.
Orsini debutó contra San Lorenzo e ingresó en todos los partidos, siempre desde el banco. Pero en ninguno de ellos fue decisivo y estuvo lejos de serlo. Y encima en la primera acción concreta en la que tenía la chance de aportarle al equipo, la dilapidó de manera increíble.
LEER MÁS: El uno por uno de Unión en el triunfo agónico ante Sarmiento
Sin embargo, el fútbol le hizo un guiño a Orsini y cuando el partido se extinguía, metió un cabezazo estupendo para decretar el 1-0 y el triunfo del Tate. Inmediatamente después del gol, el delantero se llevó el dedo hacia su boca, en el típico gesto de pedir silencio, sabiendo de la reprobación que venía sufriendo en los minutos posteriores a fallar el penal.
En este mercado de pases, por nombre y trayectoria, el refuerzo que más expectativa había generado era el de Orsini. Y eso se fue apagando con el rendimiento del delantero, que había mostrado muy poco o casi nada. Por ello, el gol agónico puede marcar un click y servirle para ganar en confianza.
Claramente Orsini salvó a Unión para darle un triunfo vital, pero al mismo tiempo se salvó a sí mismo. Hubiese sido difícil para el jugador torcer la sentencia de los hinchas. Hasta el momento, lleva jugados 189' con la camiseta rojiblanca y marcó un gol, tan decisivo, que logró acallar todas las críticas y le permitió apagar el fuego que él mismo había iniciado.