El 2022 es historia pero sin embargo, para Unión el 2023 comenzó de la misma manera que el año pasado. Y el principal rasgo que lo emparenta, es su falta de contundencia. Por lo cual, si bien el Tate arrancó un nuevo año, los problemas que padece son viejos. El equipo no logra convertir goles y lo termina pagando muy caro.
Unión: Año nuevo, pero con defectos viejos

En el arranque de este año, Unión sigue padeciendo su falta de gol.
Unión es un equipo que adolece de eficacia. Tiene que llegar mucho al área rival, para lograr convertir. No tiene el gol fácil y ese es su principal déficit. Por momentos logra superar a su rival en el desarrollo del juego, pero no lo traduce en el resultado, precisamente porque falla a la hora de la definición.
Frente a Banfield generó varias opciones claras como para convertir, sin embargo, por impericia de sus jugadores y en otros casos por la buena actuación del arquero Facundo Cambeces, no pudo festejar. Se dice habitualmente que lo más preocupante es cuando un equipo no genera en ataque, pero a esta altura, lo de Unión por más que disponga de opciones, es hartamente preocupante.
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De nada sirve llegar a posición de gol con asiduidad, pero después fallar en el tiro del final. Ya lo padeció en los partidos amistosos que jugó en Uruguay, en donde no convirtió. Perdió 2-0 contra Belgrano y empató 0-0 ante Peñarol. Resultado que se repitió en el encuentro frente a Banfield por la primera fecha del Torneo. En los últimos tres partidos, no marcó goles.
La historia se repite y ya resulta un karma. Como por ejemplo, señalar las oportunidades que viene malogrando el paraguayo Junior Marabel. No es el único responsable, pero sí que a veces es difícil explicar sus resoluciones dentro del área. Se fue Jonatan Álvez y llegó el uruguayo Thiago Vecino que debutó ante el Taladro y es posible que sea titular en lo inmediato.
Pero tampoco habrá que caerle únicamente a Marabel, ya que los demás futbolistas del plantel también tienen su cuota de responsabilidad, cuando se trata de explicar la falta de gol. Lo cierto y concreto es que de cara a lo que viene, si Unión no logra solucionar ese déficit seguirá padeciendo y dejando puntos en el camino.
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En este aspecto, poco puede hacer el entrenador Gustavo Munúa. El DT es al que menos se lo debe criticar cuando se habla de la falta de gol que sufre Unión. El técnico uruguayo no entra a la cancha y no resuelve con la pelota. Planifica y elige los futbolistas, pero cuando arranca el partido su incidencia es menor.
Es cierto que la definición se trabaja en la semana, pero después en los partidos la situación es diferente. Y lo cierto es que el Tate tiene como principal defecto la falta de contundencia en el área rival. Le sucedió ante Banfield, como le ocurrió durante el 2022, en todo caso, frente a Banfield, se repitió la película.
Más allá de la llegada de Vecino, el entrenador rojiblanco pretende un delantero más. Y es lógico su deseo, ya que se fueron Álvez, Mariano Peralta Bauer y Matías Gallegos no será tenido en cuenta. Pero además, Munúa tampoco tiene entre sus preferidos a Marabel, de allí la necesidad de sumar otro punta, sabiendo que si no llegan los goles, los problemas se agravarán.