El caso Jerónimo Dómina sigue siendo uno de los temas más delicados en la agenda de Unión. El joven delantero, que recientemente cumplió 20 años, sigue apartado del plantel profesional mientras se aproxima la fecha de vencimiento de su contrato, el próximo 31 de diciembre. Sin embargo, el club prepara una última gestión para intentar retenerlo y evitar que se marche con el pase en su poder.
Unión se juega su última carta para resolver la situación de Jerónimo Dómina
Octubre llegar a su fin, con la promesa de Luis Spahn que en este momento Unión se jugará su última carta por Jerónimo Dómina.
Por Ovación

Prensa Unión
Las complicaciones de Unión con el representante de Dómina
El panorama podría cambiar en los próximos días, ya que Dómina también finaliza su vínculo con la empresa que lo representa, encabezada por Leandro Varino, con quien la dirigencia rojiblanca mantiene una relación tirante. En varias oportunidades, el presidente Luis Spahn expresó públicamente su malestar por las formas y decisiones del representante, a quien responsabiliza por la falta de acuerdo en la renovación.
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Una vez que el contrato entre el jugador y su representante quede sin efecto —y todo indica que no será renovado por decisión del propio Dómina—, Spahn planea jugarse su última carta para intentar cerrar una extensión del vínculo directamente con el futbolista, con el objetivo de que el club pueda obtener un rédito económico en una futura transferencia.
Más allá de ese eventual entendimiento, en Unión asumen que Dómina no volverá a tener participación activa en el primer equipo durante esta etapa, producto del conflicto contractual que lo mantiene al margen desde hace meses.
En las últimas semanas circularon distintas versiones sobre posibles destinos para el delantero, entre ellos Elche de España y clubes del fútbol de Qatar, aunque ninguna de esas alternativas se concretó.
La postura de Spahn en el caso Dómina
Spahn habló nuevamente del tema y volvió a dejar clara su postura: “Ya expliqué que las puertas están abiertas y que la situación no es cómoda para ninguna de las partes. No voy a poner mis sentimientos por delante de los intereses del club y no soy juez de nadie”, afirmó el presidente.
Y agregó: “No hay sensación de culpa. Fueron circunstancias en las que Jero no pudo jugar lo que deseábamos y fue decisión de los técnicos. Nosotros no podemos decirle qué hacer al chico; sería arrogante pedirle que cambie de representación. Quizás no coincidimos con la idea de sus representantes y ahora el riesgo es que se vaya libre”.
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El dirigente también remarcó que el club hizo todo lo posible por renovar su contrato: “Los hechos nos están dando la razón. En enero y febrero nos dijeron que iba a llegar una buena oferta y que por eso no firmaban. En marzo le hicimos una propuesta concreta al jugador y él sabía que queríamos que se quede. Pero fue el representante quien impidió que se llegue a un acuerdo”, sostuvo Spahn.
Mientras tanto, en el seno del club se mantiene una tenue esperanza: que el cambio de representación abra una puerta para destrabar una situación que se estancó hace meses. Unión sabe que el tiempo juega en contra, pero también que esta podría ser la última oportunidad de conservar a uno de los proyectos más prometedores de su cantera.