Rodolfo De Paoli comenzó a caminar por la cornisa como entrenador de Colón, a quien no consigue darle una identidad de juego, y quedó muy complicado en la pelea por el primer lugar de la Zona B de la Primera Nacional tras la dura derrota ante Temperley en el Alfredo Beranger.
De Paoli se jugará el cargo de DT de Colón ante Brown (A)
Quedó muy debilitada la imagen de Rodolfo De Paoli tras la derrota de Colón ante Temperley. El partido ante Brown (A) será clave para su continuidad.
El efecto que Colón no pudo lograr con De Paoli
Colón tuvo una notable desmejora en relación al ciclo de Iván Delfino, quien abandonó su cargo tras una mala racha de visitante, potenciada por la primera derrota como local en la temporada ante Mitre de Santiago del Estero. Es que con Rodolfo De Paoli no se sabe todavía a qué juega, o qué es lo que pretende el DT.
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Colón sigue demostrando toda su potencia cada vez que juega en el Brigadier López, aunque ahora solo con resultados, ya que ante Gimnasia de Mendoza no mereció ganar, y frente a Deportivo Morón, equipo que no pelea por nada en la temporada (ni por no descender ni por llegar a los puestos de Reducido) la pasó muy mal, hasta en la última jugada donde estuvo a punto de sufrir un empate ante un rival que a esa altura estaba con un hombre menos en cancha.
Colón sigue sin dar la talla, no solo de visitante, donde acumula cinco derrotas consecutivas (tres con De Paoli), sino que desde lo futbolístico no hay indicios de mejora o de una idea que pueda ilusionar a los hinchas con una remontada para ir en busca del primer puesto que dé lugar a jugar la final por el primer ascenso.
Las críticas ya no solo van para De Paoli por cómo juega su equipo, sino que ahora apuntan directamente contra la dirigencia encabezada por Víctor Godano, que fue la responsable de terminar con el ciclo de Delfino y decidirse por reemplazarlo con el actual DT, quien evidentemente no está a la altura de dirigir a un gigante como Colón.
A favor de De Paoli queda de manifiesto en cada presentación de un bajón anímico y futbolístico muy notorio de varios jugadores, pero está claro que también es tarea del entrenador solucionar estos inconvenientes, y no agregar más confusión a tanto desconcierto, como habitualmente realiza luego de cada partido.
Los atenuantes que no son justificativos en la era De Paoli
En tano que otro atenuante para este delicado momento para Colón pasa por la gran cantidad de bajas, por problemas personales como ocurrió con Javier Toledo y Ezequiel Herrera, por lesiones como las de Christian Bernardi, Alexis Sabella, Andrew Teuten, a las que ahora habría que agregarles las de Sebastián Prediger, José Neris y Alan Forneris, más las sanciones que hubo en su corta gestión al frente del equipo para Nicolás Talpone, Paolo Goltz y ahora para Oscar Garrido.
Sin dudas que son todos inconvenientes y desafíos que se le presentan a cada entrenador cuando le toca tomar la conducción de un equipo que no viene bien. Pero aquí lo concreto es que se rescatan las dos victorias importantísimas de local, pero con escasos argumentos futbolísticos para lograrlo.
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Ahora se viene un rival muy débil como Brown de Adrogué, que en condición de local llega de un agónico empate ante Almirante Brown (2-2), pero que de visitante acumula ocho derrotas consecutivas. De esta manera, es la ocasión propicia para ponerse de pie, arrimarse a los de arriba, todos los cuales tendrán partidos durísimos e ilusionarse nuevamente con la chance de pelear por el primer lugar.
De Paoli comenzará a transitar la semana más difícil de su corta estadía al frente del plantel de Colón, que sigue sin dar respuestas anímicas y mucho menos futbolísticas. Esta claro que ante Brown de Adrogué, donde no se admite otro resultado que no sea la victoria, el entrenador se jugará su cargo, y que a los dirigentes nuevamente se les presentará otro momento para tomar rotundas decisiones.