Cuando Colón creía tener una salida para cumplir con la deuda que mantiene con Alberto Espínola, apareció un obstáculo inesperado y de peso: Platense. Se transformó en el principal problema financiero, ya que adeuda cuotas por el pase de Leonel Picco, dinero que la dirigencia contaba utilizar para saldar el reclamo del paraguayo.
Platense se volvió el gran dolor de cabeza financiero de Colón
Platense debe cuotas de Leonel Picco, pero está inhibido y su prioridad no es cumplirle a Colón, que contaba con ese dinero para resolver lo de Alberto Espínola
Por Ovación

Prensa Platense
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El conflicto se agravó, porque Platense está actualmente inhibido, lo que lo obliga a resolver primero su propia situación antes de poder liberar fondos o cumplir con otros compromisos. En ese contexto, Colón quedó en un segundo orden de prioridades, mientras los plazos corren y la tensión crece.
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Si bien también debe ingresar una de las cuotas de la transferencia de Alan Forneris a Racing, el club contaba primero con el dinero del Calamar, incluso confiando en que la venta de un juvenil podía servirle a Platense para regularizar su deuda y, así, destrabar el pago al Sabalero. Sin embargo, eso hoy luce lejano.
Platense, inhibido y sin chances de cumplirle ahora a Colón
Con horas por delante para evitar una nueva inhibición, la dirigencia de Colón enfrenta un panorama económico muy delicado. En caso de que se concrete la sanción, el club tendrá hasta febrero para cancelar la deuda, aunque con el riesgo de que corran intereses y, sobre todo, de que los refuerzos apuntados duden en llegar por la incertidumbre.
Así, el problema dejó de ser solo Espínola: ahora, Platense se volvió el gran nudo financiero que complica los planes de un Colón que vive al límite, tanto en lo económico como en lo deportivo y político.