Fernet Beney es una creación del ingeniero químico Guillermo Beney, recibido en la Universidad Nacional del Litoral, junto a su esposa María Celia Tuta. La pareja siempre tuvo interés en las plantas aromáticas, y a mediados de los 90 comenzaron a experimentar con ese tipo de vegetación en una casa prestada en San José del Rincón. Sin embargo, por la crecida del río decidieron emigrar a la provincia de Córdoba y continuar su emprendimiento allí.
La historia de los santafesinos que crearon el primer fernet 100% nacional
En la provincia fernetera por excelencia, la pareja santafesina experta en plantas aromáticas diseñó su propia receta del producto. Así nació Fernet Beney, la primer bebida de este tipo de origen 100% nacional.
"Conceptualmente es así porque siempre se copiaron recetas importadas, nunca se pensó algo nacional. Hicimos un trabajo de muchos años de investigación y desarrollo del producto, conociendo los usos de las plantas y también la parte medicinal, para hacer algo agradable al paladar, combinando amargos con mentolados", contó Guillermo a UNO Santa Fe
El creador contó que la investigación de vegetaciones aromáticas fue uno de los pilares en su formación en la Universidad Nacional del Litoral, pero el talento de su esposa para reconocer los diferentes tipos de plantas fue clave.
"Tiene una percepción y una capacidad de identificar plantas increíble. Desde que eramos novios, entrábamos a un negocio donde estaban las plantas secas en un sobrecito, ella iba a la montaña y encontraba esa planta", reveló.
Afincados en el paraje Las Maravillas Oeste, a cuatro kilómetros de Villa Cura Brochero, la pareja comenzó a vender el fernet en las ferias de esas localidades y otras cercanas como Mina Clavero. Hasta que llegó la necesidad de expandir el proyecto, y Guillermo y María Celia tomaron la ruta y llegaron hasta Villa Carlos Paz.
"El primer negocio que le ofrezco me compra. Al segundo lo mismo. Todo el valle turístico compró. Lo que pasó fue que hacía años que los turistas pedían nuestro producto, que sólo comercializábamos en las ferias", explicó Guillermo a UNO Santa Fe.
No fue fácil para los creadores armar la distribución, y pronto incorporaron gente para ayudarlos. En épocas de temporada alta, Fernet Beney trabaja con diez empleados.
La pandemia
El 2020, con la pandemia del coronavirus, fue un año muy difícil para los negocios. Fernet Beney no fue la excepción. Guillermo recuerda que "era imposible mandar una botella por correo, salía más el envío que la botella". Fue así que surgieron los distribuidores que hoy venden el Fernet Beney en diversos puntos del país como Santa Fe, Entre Ríos, Chubut, Santa Cruz, y Buenos Aires.
"Nosotros históricamente no le vendemos a las grandes cadenas de supermercados, buscamos gente que inicie de abajo como nosotros. Muchos eran turistas que lo conocieron al producto acá. Así que buscamos la vuelta para mandar cajas y que la gente que estaba encerrada pueda vender a los vecinos para hacerse su plata también", contó Guillermo.
La pandemia también perjudicó la expansión de la fábrica. Durante los inicios del 2020 se estaban construyendo tres galpones para la producción que debieron frenarse.
"Nos agarró la pandemia debiendo 2 millones de pesos. Todos los proveedores nos aguantaron, hoy nos reinventamos y tenemos cuatro galpones", indicó Beney.
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El producto
Acerca de las característica del Fernet Beney, los creadores señalaron que "las feria de exposiciones son claves, porque la gente los compra cuando las prueba".
Guillermo explicó a UNO Santa Fe que "la hierba cambia cada año", y que hay que "hacer magia" para calibrar el producto, porque no se puede poner siempre las mismas cantidades de las diversas plantas.
Otra de las bondades del producto es que se trató primera bebida libre gluten para celíacos y también para veganos. Tampoco lleva aditivos químicos.
"No hay ningún alimento en Argentina que no tenga, en eso tenemos una ventaja notable", apuntaron.
Por último, Beney destacó también la importancia turística de los fines de semana largo, señalando que "antes eran dos meses con muchos movimiento económico, y los otros diez meses era un pueblo fantasma. En los últimos años cambió, es muchísima la cantidad de gente que viene todo el año".