En las últimas horas se conocieron los resultados de 17 allanamientos realizados por oficiales y suboficiales de la Policía Federal Argentina (PFA) en tres ciudades del centro santafesino: Esperanza, Recreo y Santa Fe capital. Los procedimientos fueron el corolario de una extensa investigación sobre la circulación ilegal de armas de guerra, que derivó en la aprehensión de 12 personas.
Un operativo en tres ciudades santafesinas reveló un desvío de armas de guerra al mercado ilegal
La Policía Federal realizó 17 allanamientos en Santa Fe, Recreo y Esperanza y aprehendió a 12 personas. Detectaron armas faltantes, compras con capacidad económica dudosa y vínculos con hechos delictivos
Por Juan Trento
Los operativos se realizaron en el marco de una pesquisa que reveló que varias armas de fuego —en su mayoría pistolas de calibres 9 milímetros, .40 y .380— habían sido adquiridas por particulares con capacidad económica dudosa, según indicaron los investigadores. Se trata de armamento considerado de guerra por su poder de fuego y su origen, en muchos casos, extranjero y de alto costo en dólares.
El origen de la investigación
La causa se inició a partir de distintos procedimientos policiales en los que aparecieron armas que, según su documentación, debían estar bajo resguardo de sus propietarios. La reiteración de estos casos llamó la atención de la Fiscalía General del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que ordenó un análisis pormenorizado del fenómeno.
La investigación quedó a cargo del Equipo de Trabajo de Abordaje Estratégico (ETAE), que convocó a la Policía Federal para profundizar la pesquisa. La clave del avance fue determinar cómo armas registradas en Renar y con titulares identificados habían terminado en manos de terceros en contextos delictivos.
Un análisis que abarcó una década
Los investigadores analizaron el período 2016-2025, relevando todas las solicitudes de tenencia de armas registradas durante esos años. A partir de esa información, cruzaron domicilios, historiales registrales y capacidad económica con datos del Registro Nacional de Armas (Renar) y la Subsecretaría de Intervención Federal (SIF) del Ministerio de Seguridad de la Nación.
El resultado fue contundente: un número significativo de personas que accedieron a la compra de armas de guerra no contaba con capacidad económica verificable para adquirirlas, lo que encendió las alertas sobre posibles maniobras irregulares y desvío hacia el circuito ilegal.
Armas faltantes y un circuito clandestino en marcha
Los allanamientos se enfocaron en domicilios de los presuntos adquirentes. De un universo de 150 armas relevadas, los oficiales constataron que 11 no se encontraban en los lugares registrados, un dato clave para los investigadores.
La ausencia de ese armamento no solo confirmó la hipótesis del desvío ilegal, sino que coincidió con otro patrón detectado: varias de esas armas ya habían sido secuestradas en otros procedimientos policiales, vinculadas a delitos consumados.
La gravedad del caso se eleva por la potencia de las armas involucradas, todas consideradas de guerra y con una letalicidad especialmente elevada.















