En las Paso del 12 de septiembre Maximiliano Pullaro quedó segundo a 14.000 votos de Carolina Losada, quien finalmente será la candidata a senadora junto a Dionisio Scarpín, de Juntos por el Cambio. Pero la elección del exministro de Seguridad de la provincia fue mucho mejor de lo que varios dirigentes esperaban y eso envalentonó a algunos radicales que ya empezaron a fogonear la posibilidad de un frente de frentes para oponerse al PJ. El primer paso concreto lo dieron ahora con la conformación del bloque UCR Evolución, que por el momento no integrará el interbloque de Juntos por el Cambio, pero significa la ruptura con el Frente Progresista.
Envalentonados por los resultados de las Paso, los radicales mueven sus fichas en la Legislatura

Por Hipólito Ruiz

Prensa
El precandidato a senador nacional de Juntos por el Cambio, Maximiliano Pullaro
En el NEO, corriente interna de la UCR a la que pertenece Pullaro, hace casi un año que vienen debatiendo si se deben integrar a Juntos por el Cambio. Eso se reflejó en las últimas internas donde en las categorías nacionales compitieron dentro de Juntos por el Cambio, pero en las locales siguieron perteneciendo al Frente Progresista, como en el caso de la ciudad de Santa Fe.
El radicalismo tiene en la Cámara de Diputados 13 legisladores, aunque dos están dentro del interbloque de Juntos por el Cambio (Julián Galdeano y Alejandro Boscarol) y 11 que integraban el bloque de la UCR dentro del interbloque del Frente Progresista. Los diez diputados que estarán en el nuevo bloque que se referencia a nivel nacional con Martín Lousteau son Maximiliano Pullaro (quien lo va a presidir), Fabián Bastía, Jimena Senn, Marlen Espíndola, Silvana Di Stefano, Juan Cruz Cándido, Marcelo González, Georgina Orciani, Silvia Ciancio y Sergio Basile.
El único que aún no sacó los pies del plato del Frente Progresista es Fabián Palo Oliver. El legislador santotomesino tendrá una reunión este viernes con su espacio Radicales Libres para discutir cómo moverse en este nuevo escenario. Pero quienes lo conocen de cerca aseguran que si la movida de Pullaro es el primer paso para luego saltar a Juntos por el Cambio, Palo Oliver conformará un monobloque dentro del Frente Progresista.
Si bien la respuesta final se conocerá el viernes, el diputado fijó un posteo en su cuenta de Twitter que de alguna manera anticipa que no participará de un espacio junto al PRO. "Se podrán perder elecciones, pero jamás renunciar a respetar nuestra historia, nuestros principios y convicciones. Debemos reflexionar, sin dudas, pero nunca abandonar! La lucha continua...Aguante el progresismo!", reza el escrito que recuerda a una frase de Raúl Alfonsín que dijo que "si la sociedad se ha derechizado, la UCR tiene que prepararse para perder elecciones, pero nunca para hacerse conservadora".
Con la mira en noviembre
Las elecciones generales pueden terminar de modificar el escenario de la política santafesina. Si Juntos por el Cambio consigue imponerse –en las Paso le sacó 10 puntos al Frente de Todos– el radicalismo tendrá la oportunidad de coordinar un espacio que haya obtenido un triunfo y, desde ese lugar, empezar a construir una estrategia para llegar en 2023 a la Casa Gris.
Pullaro y los radicales del NEO mostraron que el desarrollo territorial que tienen es una de sus fortalezas. Pero al ser el último sector que se fue del Frente Progresista son, también, los que más insisten con un frente amplio que contenga a toda la oposición al Frente de Todos. Una de las cuestiones que se van a empezar a dirimir después de las elecciones es si esa opción opositora se llamará Juntos por el Cambio o tiene otro nombre. Parece difícil que se deje de lado una marca que si repite los resultados de las Paso se mostrará como la gran ganadora a nivel nacional.
En esos cambios en la política santafesina también incidirá el resultado que tenga el Frente Progresista en las Generales del 14 de noviembre. El socialismo y sus aliados intentarán sostener un lugar de preponderancia y para eso tendrán que intentar que la grieta no los devore. En cambio, si los resultados los dejan muy debilitados tendrán que barajar y dar de nuevo. La pregunta que en ese escenario se plantearía y que hoy no tiene respuesta es si la negativa a participar de un gran frente opositor se podrá seguir sosteniendo.
El socialismo ya tiene distintas experiencias en el país como la de Entre Ríos, Mendoza y Ciudad de Buenos Aires donde comparte espacios con el PRO. Pero en Santa Fe habrá que esperar los reacomodamientos para saber cómo será el futuro del Frente Progresista.
En el Frente de Todos también miran de reojo esta situación. Saben que cada voto que pierde el Frente Progresista es más probable que vaya a parar a Juntos por el Cambio que al oficialismo provincial y nacional. Más allá de las diferencias con el socialismo, algunos dirigentes del PJ aseguran que necesitan que la opción del Frente Progresista no se pinche mucho porque eso termina fortaleciendo a Juntos por el Cambio y así va a ser más difícil dar vuelta la elección.
Para el 2023 faltan dos años, que en política puede ser una eternidad. Pero después de noviembre todas las fuerzas políticas empezarán a tejer su estrategia para llegar a la Casa Gris. Esa será, en parte, la batalla que ya empieza a darse en estas elecciones de medio término.