Este 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida y a partir de allí pueden surgir varias preguntas relacionadas con el tema, como por ejemplo cómo es vivir en la República Argentina con esta enfermedad; si los jóvenes realmente se están cuidando, o si hay políticas públicas, o las que están, son suficientes. Faltan controles y hasta cuánto sabemos del tema aparece cada vez que llega esta fecha en referencia al tema del VIH.
"Al VIH hay que tenerle mucho respeto, no miedo, cuidarse y cuidar a quien esté a tu lado"

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Paola Zeballos es santafesino y hace 21 años se enteró de que es portadora de VIH
En busca de respuestas, la santafesina Paola Zeballos, quien hace más de 20 años se enteró que era VIH positivo y allí su vida cambió, en primera persona y a través de los micrófonos de FM 106.3 La Radio de UNO, contó su experiencia. "Ya hace 21 años que me enteré de este «regalito» que me dejaron y acá lo estoy llevando adelante con esta pandemia que hizo que estuviera un año, siete meses y 29 días encerrada en mi casa, hasta que pude volver a la presencialidad en mi trabajo. Con esta situación transitar la enfermedad fue difícil y complicado, pero la llevamos adelante.
—¿Cómo es convivir con VIH en la Argentina?
—Por un lado es una forma muy sencilla porque lo que tenés que hacer es tomar la medicación diariamente, una medicación que si tenés obra social deben dártela y sino, el gobierno o Estado debe suministrártela. No es una medicación que sea difícil de acceder y realmente solo tenés que hacer eso, tomar la medicación todos los días rigurosamente, no olvidártela, ni pasarte de la hora, porque es a una hora exacta todos los días.
"Lo que yo tomo, –aclaró–, en mi caso es un combo de tres pastillas que están en una. Desde el año 2003 el virus es indetectable en mí entonces lo que la pastilla me cuida es que no se despierte el virus. O sea, como yo soy indetectable, es muy difícil que pueda contagiar, pero bueno, lo tengo y puede pasar que contagie, por lo tanto tenés que seguir teniendo los cuidados, si estás en pareja, pero lo esencial es tomar la medicación. Si la dejás de tomar no solo se te despierta el virus, sino que podés llegar a contagiarte cualquier otra enfermedad por más tonta que sea, como por ejemplo una gripe y eso te puedes llevar a la muerte".
—¿Qué significó el momento en que te enteraste en que estabas contagiada? ¿Qué pasó en vos a partir de eso?
—En mi caso, porque conozco otros ya que formo partes de los talleres del subcomité de VIH del Hospital Iturraspe que en este momento funciona en el Cemafé, al mío lo considero muy particular porque cuando yo me enteré ya estaba internada. Fue un 10 de abril y el 11 me informaron lo que tengo y con la mano en el corazón les digo que no sabía lo que significaba. El 13 me muero y me resucitaron, Fue todo muy rápido, estaba muy grave. A mi mamá le habían dicho que consiga una casa de sepelios porque no pasaba la noche. Así que es como que después, porque con mi doctora y otro infectólogo damos charlas en escuelas secundarias, cuando estaba en terapia y desperté o reaccioné es como que ahí sentí que era mi posibilidad de elegir vivir y luchar o, quedarme ahí y morirme. Por eso digo que ahí elegí vivir.
"Yo escucho a mujeres, que no vivieron esto, pero que sí se enteraron, pero no estaban enfermas y ella los ocultan hasta a sus propios hijos, familiares y la verdad es muy difícil llevar esta enfermedad porque si lo ocultás estás mintiendo las 24 horas", destacó.
—¿Se tiene conocimiento de cuántos casos hay en la ciudad y qué pasa con los jóvenes?, ¿tienen conocimiento del tema?
—Los números reales no puedo decírtelos ya que las últimas charlas que dimos fue en 2019 y era el número de esa época, pero por lo que hablo con mi doctora u otros infectólogos, durante la pandemia crecieron mucho los contagios, no hay edades porque de 13 años a 80. Y los jóvenes aducen, porque me lo han dicho a mí: "Si yo me contagio y voy a estar como vos, perfecta, no importa, no me preocupo", como si no reaccionaran frente a lo que implica tener la enfermedad.
"Por otro lado, –destacó–, sí es verdad que no se habla y siempre pongo el ejemplo, en 2019 cayó domingo primero de diciembre y en el fútbol, algo que yo amo, se ve que los jugadores salen con carteles que refieren a la diabetes, cáncer de mama y el 1 de diciembre nadie sale con un cartel, que es algo mínimo, pero ayuda un montón, porque el fútbol es algo masivo".
"En el Cemafé se encuentra el subcomité de VIH integrados por psicólogos, infectólogos, nutricionistas, abogados. Un plantel que da mucho apoyo y contención con quienes pueden organizar charlas o tienen información. El trabajo es silencioso y a veces se necesitaría un poco más de colaboración y acompañamiento del Estado, sobre todo para darle una importancia y darlo a conocer, porque a veces se sabe muy poco de dónde poder buscar ayuda", concluyó.
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