El Concejo Municipal continuó este miércoles por la tarde con la ronda de reuniones para analizar y debatir el mensaje enviado desde el Ejecutivo sobre la recreación nocturna en la ciudad. Los concejales recibieron a representantes de los clubes Villa Dora y República del Oeste en primera instancia y a los vecinos de barrio Sargento Cabral y República del Oeste luego.
Bailes de Villa Dora y República: vecinos hablaron de "falta de descanso y ausencia de control"

"Venimos a que los concejales escuchen las vivencias de tenemos los vecinos con los bailes de Villa Dora. Nosotros insistimos con que se convirtió en un local bailable con una capacidad de 1.200 personas dentro de un barrio densamente poblado, cuando la realidad de los boliches, según el mensaje, deben alejarse del ejido urbano cuando superan las 300 personas. Acá estamos hablando de un baile con cuatro veces más personas de la capacidad permitida", narró José Carlos Diab, vecino de la zona del club Villa Dora.
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"Por otra parte, la actividad nocturna se realiza un domingo cuando a las pocas horas todos los vecinos se levantan para ir al trabajo. Además de todo el baile en sí, tras su finalización, son 45 minutos más de desconcentración de personas a los gritos", continuó Diab.
En la misma tónica, otra vecina de Sargento Cabral, Monica Sbodio, hizo referencia a la falta de controles en la desconcentración del baile de Villa Dora: "Hay peleas y gritos constantes a la salida del bailable y esa situación no se soluciona con un vallado perimetral o con reducciones de horarios. Además de las 1.200 personas que ingresan todos los domingos, en la última oportunidad un montón de personas quedaron afuera y se concentraron con motos y autos durante la madrugada en la plazoleta Vucetich sobre avenida General Paz con música a todo volumen. Estamos hablando de un impacto tremendo para el barrio. Es nocivo y perjudicial".
"Las obras de insonorización lo único que hicieron fue atenuar el impacto del sonido dentro del club a los vecinos más cercanos, pero no fue una solución. Los vecinos lindantes continúan escuchando los ruidos y vibraciones", resaltó la vecina en torno a las medidas tomadas por el club para colaborar con los vecinos.
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Respecto al mismo tema, pero en otro sector de la ciudad, Verónica Meder, vecina de República del Oeste manifestó que "el club realizó obras de insonorización, pero para los vecinos linderos continúa repercutiendo muchísimo la vibración y los ruidos, sobre todo con la actuación de las bandas en vivo".
"Respecto a la inseguridad, vecinos que viven sobre las calles Vera y Catamarca, refirieron episodios de robos en manos de la creciente presencia de trapitos y la falta de control", finalizó la vecina.