Florencia Sabbatini, licenciada en Nutrición, brindará a través de sus nutricolumnas, consejos y recomendaciones para que se puedan incorporan en la vida diaria, mejorar la alimentación y colaborar con la salud. En esta oportunidad: cinco hábitos saludables para mejorar la calidad de vida.
Cinco hábitos saludables para mejorar la calidad de vida

Cómo crear hábitos para mejorar la calidad de vida
¿De qué se habla cuando se habla de hábitos?
Un hábito es una acción o comportamiento que una persona realiza de manera regular y automática, generalmente sin pensar demasiado en ello, debido a la repetición constante en su rutina diaria. Los hábitos son patrones que se forman a través de la práctica constante y pueden ser tanto positivos (como hacer ejercicio regularmente) como negativos (como fumar).
Antes de profundizar en los cinco consejos, es importante destacar:
• Antes de crear o construir un hábito hay que atravesar el “no puedo”, el estancamiento, y las exigencias propias y del entorno. A la hora de construir un hábito sano es importante atravesar y no huir de lo que nos pasa, de la realidad. Por ejemplo: me propongo comer más frutas y verduras, entonces nuestro primer pensamiento es “tengo que” o “debería”, desde la exigencia, y es mucho más difícil que ese hábito de comer frutas y verduras trascienda en el tiempo si partimos desde el exigirnos. Esto nos conduce al segundo enfoque.
• Enfocarnos en lo “ordinario”, en lo “pequeño” y dejar de poner el enfoque en lo enorme, por ejemplo: “Tengo que bajar tantos kilos”, pero arrancar poniendo nuestro foco en la cantidad de kilos que tenemos que “bajar” es gigante comparado a una acción cotidiana y simple como es: “Voy a tomar más agua”, “voy a salir a caminar”, pequeñas decisiones conscientes que terminan siendo gigantes al final del día. Y teniendo un gran impacto en nuestra salud.
Ahora sí, los cinco consejos para sumar a tu día a día, y la idea es que generes un vínculo afectivo desde el disfrute, y el “quiero” y no desde el “debería” o la exigencia.
1. Comer más frutas, más verduras y legumbres: los beneficios de sumar estos grupos de alimentos son muchísimos, las frutas, las verduras y las legumbres aportan nutrientes esenciales para nuestro organismo. Disminuyen los riesgos de enfermedades cardiovasculares. La fibra, los antioxidantes y los fitonutrientes presentes en estos alimentos regulan la presión arterial y mejoran la salud de los vasos sanguíneos. Además, brindan mayor saciedad. La fibra, los antioxidantes y los fitonutrientes presentes en estos alimentos pueden ayudar a reducir el colesterol, regular la presión arterial y mejorar la salud de los vasos sanguíneos. Además, fomenta la diversidad de microorganismos en la microbiota. Cada tipo de fibra alimentaria sirve como alimento para diferentes cepas de bacterias beneficiosas en el intestino. Cuanta más diversidad haya en la microbiota, es más probable que estés promoviendo un equilibrio saludable de bacterias.
Agrega a tus platos olor, cuantas más verduras sumés mejor. ¡Más de la mitad del plato de verduras está bien!
Cortar la fruta, y dejar las ensaladas hechas en la heladera para tenerlas a mano.
Comprar legumbres: lentejas, garbanzos, porotos y ponerlos en remojo para luego utilizarlos en distintas preparaciones: untables, hamburguesas, budines, ¡y más!
2. Disminuir el consumo de ultraprocesados, azúcares y edulcorantes: las bebidas azucaradas, los jugos, aguas saborizadas, gaseosas, galletitas, productos en paquetes, salsas, contienen grandes cantidades de azúcar añadido. Es importante, entender que los alimentos son medicina. Y que todo lo que entra a nuestro cuerpo es información para nuestras células y tejidos.
3. Tomar agua: mantenerse hidratado, tomar agua durante el día es muy importante para nuestro organismo. Llevar una botellita a todos lados, al agua se le puede agregar frutas, como cítricos y arándanos, y semillas.
4. Movimiento: Sumar movimiento es clave, y 30 minutos es mejor que nada. Empezar con lo mínimo: una caminata, una clase de Pilates, ejercicio en casa. Hacer el espacio para movernos conscientemente se vuelve innegociable.
5. Descanso: La calidad del sueño determina nuestra calidad de vida. Si vivís cansado, sin energía, sin ánimo, no es normal, y no debería naturalizarse. Descansar entre 7 u 8 horas es indispensable. Te dejo unos consejos:
A medida que baje el sol, acompaña la síntesis de la hormona melatonina bajando las luces de tu casa, apagando la tele, la computadora, bajando la luz del celular.
Antes de irte a dormir lee un libro.
Evitar ver noticias, o estar con el celular hasta quedarte dormido.
Estos son algunos consejos que podés empezar a sumar. Pero recordá que son pequeños pasos, y que es mejor empezar con un 10% que empezar con un 100% y no poder sostenerlo en el tiempo.
*Florencia Sabbatini Licenciada en Nutrición
MP 1821/1 (matrícula).