El 22 de agosto de 1962 se fundaba en la ciudad de Santa Fe la Asociación Civil sin propósito de lucro y en el rubro Club de Astronomía bajo la denominación oficial "Centro Observadores del Espacio", más conocido por su sigla Code. Como casi todas las instituciones de este tipo, nació inspirada por un grupo de aficionados a la astronomía en la pieza de una terraza de una vivienda de barrio Mariano Comas, de allí se trasladaron al edificio de la Costanera santafesina que permanece cerrado desde 2018. Por suerte las obras que estaban paradas y dejaron a su suerte al lugar, se retomaron en septiembre del año pasado, con la posibilidad de que en el verano los santafesinos puedan disfrutar de la apertura de su nuevo Planetario.
El Code comenzó como un grupo de aficionados y cumple 60 años
El UNO dialogó con el presidente de la asociación, el profesor Jorge Coghlan, para rememorar los comienzos de la historia de lo que es aún hoy, un emblema de la ciudad de Santa Fe. "El Code es una institución que se forma con sus propios cimientos, ya que comienzan con el arranque de la era espacial. En aquella época en Santa Fe había pocas aficionados a la astronomía, estaban dispersos y no se conocían entre ellos y uno, Ángel Meynet comienza a dar los pasos de los primeros satélites. Lo primero que él anuncia es lo del Sputnik II, con la perra Laika, que fue en noviembre 1957, él había visto el paso del Sputnik I, aprendió a hacer los cálculos de tal manera que cuando se entera del otro lanzamiento, ve el primer paso y en base a eso hace los cálculos de los siguientes y los anuncia. Busca que esto sea tomado por algunos medios locales, siendo solo en el viejo diario El Orden, que estaba en Suipacha y San Martín, cuando el periodista de apellido Blanco, que lo recibe, le tomó la declaración y lo publicó y le comentó: «¿Qué le parece si hacemos una convocatoria acá en la terraza para que la gente venga?», ya que era un local grande, se llenaría la terraza y la calle. La gente acudió de una manera inusitada para la época".
"Meynet siempre contaba, no estaba La Peatonal era una doble mano la calle, se cerró por la cantidad de gente que se congregó. Su papá se acercó a preguntarle si estaba seguro de que iba a pasar el satélite, pese a estar nervioso, ve entre los árboles desde el sudoeste, al Sputnik II, la segunda etapa y se retrató de manera histórica con una foto con la gente con la mano levantada señalándolo. Ahí empieza él a conocer a otros aficionados de la astronomía como Olimpio Chiarelli, un industrial muy conocido que tenía una fabrica de elásticos, que ya había construido dos telescopios, uno de ellos gigantes que lo tenemos en el Code, que es uno de los principales del museo y a partir de allí comienzan a reunirse y este último les propone crear un centro de astronomía, que buscando nombres termina denominándose Centro Observadores del Espacio por los centros espaciales que estaban de moda en esa época que no solo se interesaban en la astronomía sino en la aeronáutica el 22 de agosto 1962, en la terraza de la casa paterna, una casa de lo que es hoy LT10, donde en una pieza que estaba en la terraza Meynet tenía su taller donde trabajaba en sus telescopios. Era una noche muy fría y unas 100 personas se hicieron presente para la fundación, acta que tenemos con las firmas de los presentes", continuó con su relato.
Coghlan además recordó: "Ese día Chiarelli le dijo que esto creía que iba a durar unos cuatro o cinco años, pero hoy ya son 60, algo que no es poco. Mantener una institución en la cual todos somos voluntarios, es ahí donde esta lo principal del Code, siempre abierta al público. Si bien siempre hemos tenido, desde que tenemos el observatorio en 1993 en la Costanera, un pequeño costo de entrada, que fue para el mantenimiento, incluso en un futuro próximo, cuando inauguremos el planetario va a ser una entrada muy accesible, sobre todo para la familia, porque es sin fines de lucro y lo que se recauda es muy poquito y últimamente nada, porque estamos cerrados desde 2018, es para mantenimiento, renovar materiales, equipamientos, mejorar la biblioteca con nuevos textos o el salón de exposiciones con las maquetas".
Al hablar de la actualidad del Centro aseveró: "Estamos muy contentos y nos encuentra con una obra maravillosa que recomenzó el 1 de septiembre del 2021 después de un abandono muy complicado para el Code y que lo puso en peligro de extinción, pero por suerte la obra no paró y hemos logrado que sea uno de los pliegos licitatorios con anexos que fueron aceptados como por ejemplo ampliación de salón de exposiciones, de la terraza, tener energía solar para el abastecimiento de todo el complejo".
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"La obra está muy avanzada y estamos pensando en que en el verano podemos estar inaugurando el equipo del planetario, que ya está en Rosario, ya que la empresa constructora es de allí y también fue la encargada de hacer los trámites para la importación ya que es norteamericano, de última generación que tendrá 72 butacas reclinables, un circuito o anillos para hipoacúsicos, butacas con traductores en cuatro idiomas para turistas. va a tener un elevador en la zona exterior ", cerró el astrónomo.