El pasado 20 de septiembre, el propietario de una galería comercial en plena peatonal santafesina (San Martín al 2.100), denunció una insólita y preocupante situación. Según expresó el dueño del espacio comercial, “inquilinos de uno de los locales viven, cocinan, se bañan y venden marihuana en el lugar“.
El drama del dueño de una galería de la peatonal santafesina: amenazas, drogas e irregularidades
Hace 15 días el propietario del espacio comercial denunció la grave situación. Un grupo de personas duermen, cocinan, se bañan y venden drogas dentro de un local.
Dos semanas después, según el denunciante, “sigue todo igual“. "Tras mi denuncia detuvieron a una personas, pero ya lo soltaron”, aseguró el hombre de apellido Medone, quien según manifestó, tuvo que someterse "a innumerables trámites burocráticos en oficinas públicas locales y provinciales" para recibir respuestas.
En ese sentido, se manifestó muy crítico del área de control municipal: “Nos dicen que nos van a dar una solución pero no hacen nada. El local no tiene habilitación y no se lo clausuran”.
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Tensión en la galería comercial
En cuanto a la relación con los ocupantes del local comercial, los problemas del empresario "son múltiples". Según manifestó en la denuncia inicial, el inquilino masculino lo amenazó con darle “un puntazo”. Además, continuó explicando, "como la persona que atiende el local es una mujer no le puedo decir nada porque me amenazó que me va a denunciar por acoso". La situación es grave y encima siguen vendiendo drogas”, resaltó.
Entre otros inconvenientes, el propietario de la galería comercial sostuvo que “las chicas empleadas de los otros locales no pueden ir al baño". "Tuve que poner un seguridad porque se ponen agresivos, tiran las cosas. Es tremenda la situación que se está viviendo”, sentenció Carlos Medone.
Finalmente, aseguró que las propietarias del local comercial “tampoco hacen nada. Esto es insostenible. Se me viene abajo la galería”.
Respecto a la venta de estupefacientes, el locatario aseguró que “todos sabíamos los que pasaba y lo denuncié". "Cuando me amenazaron, vino un patrullero y encontraron droga en el local y en el baño. Hasta hallaron una lista de compradores de droga”, finalizó.