El Hospital José María Cullen alcanzó un nuevo hito en materia de donación y trasplante: se convirtió en el primer centro de salud de América Latina en realizar una ablación de corazón en un donante adulto mediante la técnica de asistolia controlada, un procedimiento de altísima complejidad que permite recuperar órganos luego del paro cardíaco.
Inédita ablación de corazón en el hospital José María Cullen: cómo fue el procedimiento de altísima complejidad
La intervención permitió recuperar un corazón, además de hígado y riñones, y marcó un hito en donación de órganos en la provincia de Santa Fe

El operativo, llevado a cabo por un equipo multidisciplinario del efector, permitió además la procura de hígado y riñones, marcando un nuevo avance en las capacidades del sistema público de salud provincial. Este procedimiento fue el número 47 realizado en lo que va del año, superando el récord histórico de 45 operativos alcanzado en 2015.
En lo que va de 2025, el Hospital Cullen registra 10 donantes de órganos y 36 de tejidos, que posibilitaron 33 trasplantes de órganos y 27 de córneas, consolidándose como uno de los principales hospitales públicos del país en materia de procuración y donación.
Una técnica que cambia paradigmas
La directora del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio), Cecilia Andrada, explicó que la asistolia controlada es una técnica avanzada que permite recuperar órganos tras la detención del corazón: “Este tipo de procedimiento requiere una logística y coordinación distintas a las habituales. Tras el paro cardíaco, mediante tecnología específica y soporte vital extracorpóreo, es posible utilizar órganos para trasplantes, algo que solo puede hacerse en hospitales con el equipamiento adecuado como el Cullen”.
Andrada subrayó que este avance “abre una nueva etapa para la procuración de órganos en Latinoamérica” y destacó la importancia de contar con equipos capacitados, infraestructura tecnológica y voluntad política para sostener este tipo de intervenciones.
Un logro colectivo
El director del Hospital Cullen, Bruno Moroni, calificó el hecho como “un momento histórico que no obedeció a la casualidad, sino al trabajo planificado, coordinado y comprometido de múltiples servicios”.
Participaron del operativo la subdirectora Amanda Zárate, el jefe de Terapia Intensiva Néstor Carrizo y profesionales del Cudaio, anestesia, cirugía, terapia intensiva, laboratorio y hemoterapia, entre otros.
Según datos del Cudaio, actualmente más de 7.000 personas en el país y más de 500 en la provincia esperan un trasplante de órganos. En ese contexto, la marca alcanzada por el Cullen y la innovación técnica aplicada representan una esperanza concreta y un nuevo estándar para la salud pública argentina.