La Argentina atraviesa un cambio demográfico profundo y silencioso que ya comienza a impactar en la estructura social del país. Según un informe reciente del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, elaborado a partir de datos del INDEC, los nacimientos disminuyeron un 40% entre 2014 y 2023. En paralelo, el Censo 2022 confirmó un fenómeno cada vez más visible: los hogares sin niños pasaron del 44% en 1991 al 57% actual.
Menos nacimientos y más hogares sin hijos: cómo se transforma la población argentina y qué señales aparecen en Santa Fe
Un estudio de la Universidad Austral reveló que la fecundidad cayó un 40% en la última década y que los hogares sin niños ya son mayoría en el país. El geógrafo Gustavo Peretti (UNL) analizó las causas del fenómeno, las diferencias territoriales y los desafíos que enfrenta Santa Fe ante el acelerado envejecimiento poblacional
En diálogo con Dame Radio (UNO 106.3), el geógrafo y docente de la UNL, Gustavo Peretti, analizó los múltiples factores que explican esta tendencia. “Es un proceso multicausal que combina elementos económicos, culturales y sociales. La incertidumbre económica y las dificultades para proyectar a largo plazo llevan a muchas parejas a postergar la llegada del primer hijo, y en muchos casos a tener solo uno”, señaló. A esto se suma un cambio en las aspiraciones y trayectorias vitales, con mujeres más insertas en el mercado laboral, jóvenes que tardan más en independizarse y vínculos de pareja más inestables.
Peretti remarcó que el descenso de la fecundidad es un fenómeno global, presente tanto en países desarrollados como en regiones de ingresos medios. Sin embargo, en la Argentina el proceso muestra fuertes diferencias territoriales.
Contrastes en Santa Fe
En Santa Fe, por ejemplo, persisten contrastes entre departamentos: el norte provincial mantiene tasas de fecundidad más altas, mientras que el centro y el sur, más urbanizados, registran valores más bajos. Incluso dentro de la ciudad capital se observan diferencias entre barrios céntricos, donde predominan hogares unipersonales o sin hijos, y sectores del oeste y norte, con mayor presencia de familias jóvenes.
El investigador explicó que este fenómeno ya está alterando la pirámide poblacional. Hoy el 22% de los habitantes del país tiene menos de 14 años y el 12% supera los 65. Pero para 2040, las proyecciones del INDEC anticipan un panorama inédito: habrá más adultos mayores (16%) que niños y adolescentes (14%). “Estamos entrando en una etapa de envejecimiento acelerado. Para las ciudades significa la necesidad de pensar en entornos más accesibles y servicios adaptados a una población con mayores demandas en salud y cuidados”, advirtió.
En el plano económico, el país atraviesa una “ventana de ventaja demográfica”, un período en el que la población en edad de trabajar es proporcionalmente mayor que la dependiente. Pero esa ventana es limitada y, según Peretti, requiere de políticas que acompañen la transición. “Si no se reforman los sistemas de protección social, especialmente el previsional, el envejecimiento puede generar tensiones importantes en las próximas décadas”, sostuvo.
Aunque el proceso es nacional, sus efectos ya se sienten en Santa Fe: más hogares sin hijos, migración de adultos jóvenes hacia ciudades más grandes y una población que envejece de manera desigual según el territorio. Se trata de un escenario que exige nuevas miradas para la planificación urbana y social.
“Los cambios demográficos no son abruptos, pero cuando se hacen visibles ya es tarde para reaccionar. Por eso es clave anticiparse”, concluyó Peretti.
La cifra más baja de nacimientos en décadas
La natalidad en la provincia de Santa Fe atraviesa una caída histórica. Así lo confirmó Sergio Duarte, titular del Registro Civil, quien detalló que en 2019 se registraron 47.636 nacimientos, mientras que en 2024 la cifra descendió a 34.506. “Hasta mayo de este año apenas llevamos 14.487 nacimientos. Será difícil superar los 30.000 en 2025”, sostuvo el funcionario.
El fenómeno, que también se replica a nivel nacional e internacional, obedece a un conjunto de factores estructurales, entre los que Duarte mencionó la crisis económica, la inestabilidad laboral, el dificultoso acceso a la vivienda y los cambios en las decisiones familiares. “Cada vez más personas deciden no tener hijos, o lo postergan. Hay más familias monoparentales y menos planificación con fines reproductivos”, explicó en declaraciones a UNO 106.3 FM.
El funcionario señaló que las defunciones en la provincia se mantienen relativamente estables, con 34.000 muertes registradas en 2022, 30.000 en 2023, y 32.000 en 2024. Sin embargo, si se mantiene la caída en los nacimientos y la cantidad de defunciones sigue constante, el número de muertes podría superar al de los nacimientos en 2025.
Primera vez en Santa Fe
“Esto se daría por primera vez desde que tenemos registros estadísticos. Nosotros comenzamos con un sistema digital desde 2013. Históricamente, los nacimientos siempre superaban a las defunciones, salvo durante la pandemia, cuando la mortalidad se elevó considerablemente”, añadió.
Este fenómeno de la caída de los nacimientos es aún más notorio en algunos centros urbanos, resaltó Duarte. “Lo cierto es que cada vez nacen menos chicos, y en algunos centros urbanos es mucho más acentuado. En los últimos años, esto se viene acentuando, y cada vez son menos los nacimientos”, destacó a UNO Santa Fe.

















