Con la inminente inauguración de la nueva cárcel federal en Coronda, se prevé un significativo incremento en la población estable de la ciudad. La situación genera una oportunidad, no solo para la localidad, sino además para los pueblos cercanos, pero al mismo tiempo un problema: no hay capacidad para albergar a los nuevos trabajadores que lleguen.
Nueva cárcel federal: la oportunidad y el problema inmobiliario que enfrenta a futuro la ciudad de Coronda
La futura llegada de agentes del Servicio Penitenciario y profesionales vinculados al penal podría sumar unas 300 familias a la ciudad de Coronda.
Según Walter Ramírez, corredor inmobiliario local y presidente del Colegio de Corredores de la Primera Circunscripción, la llegada de agentes del Servicio Penitenciario y profesionales vinculados al penal podría sumar unas 300 familias a la ciudad.
"Es la estimación que nos ha dado el mismo personal", comentó Ramírez, quien confirmó que ya han arribado unas 10 familias. Destacó que se espera el grueso de la migración hacia finales de este año o principios del próximo.
Señaló que esta información fue compartida en una reciente reunión con el intendente de Coronda, quien ha estado siguiendo de cerca el impacto que tendrá la nueva prisión en la comunidad.
Ante esta situación, el mercado inmobiliario de Coronda enfrenta un desafío. "El mercado inmobiliario en Coronda está complicado; ya para la gente de Coronda no hay", explicó Ramírez en declaraciones a la emisora "LT10".
Destacó la alta demanda actual y la escasez de viviendas disponibles para alquiler. "Los presidentes comunales de la zona también han mostrado preocupación, especialmente ante la necesidad de alojamiento para agentes que vienen de otras regiones y que no pueden viajar diariamente", enfatizó.
Incentivo para la inversión privada en Coronda
Ramírez mencionó que se está incentivando a la inversión privada para la construcción de departamentos en la zona, una medida que podría aliviar la presión sobre el mercado.
"Se está empezando a ver con buenos ojos la posibilidad de construir departamentos chicos, de 50 metros cubiertos, como para poder albergar a esta gente", detalló.
La situación se complica aún más debido a la ejecución de otras obras importantes en la ciudad, como el acueducto, que también ha generado una demanda considerable de alquileres.
"Varias empresas han requerido de alquileres y lo están haciendo todavía", añadió Ramírez. Recientemente, una empresa que llegó a la ciudad necesitaba alojar a 50 personas, lo que obligó a dividirlos en tres casas para garantizarles un alojamiento adecuado.
Pese a los desafíos, Ramírez ve en esta situación una gran oportunidad para Coronda: "Hay una gran demanda de alquileres".
Sin embargo, reconoció que la ciudad no estaba preparada para enfrentar este fenómeno repentino. "Se nos viene todo junto y no estábamos preparados para esto", expresó, señalando la preocupación generalizada entre los colegas del sector y las autoridades locales. Comentó que "la compra de terrenos también está en aumento, con agentes consultando sobre valores y oportunidades en la zona".