La eliminación temporal de las retenciones al agro y la confirmación de la asistencia financiera (un swap de 20 mil millones de dólares) atada al resultado de las legislativas del 26 de octubre son las dos medidas económicas lanzadas por el gobierno nacional en las últimas horas. ¿Tienen impacto en la provincia de Santa Fe?
Para el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, "bajó la tensión en el mercado cambiario pero no en los supermercados y los hogares"
El funcionario analizó el impacto de la eliminación temporal de retenciones al campo y la asistencia financiera de Estados Unidos en la provincia

Compras supermercados
En diálogo con De Boca en boca (Radio 2), el ministro de Economía provincial, Pablo Olivares, analizó ambas iniciativas llevadas adelante por el presidente Javier Milei y las repercusiones en la economía regional. En primer lugar, sobre el congelamiento de las retenciones al agro, evaluó: “En definitiva fue una reducción por tres días y hacia adelante no cambia en nada porque las decisiones de producir más que es el objetivo principal de las retenciones, que benefician a todos los santafesinos y argentinos que es producir más, no tiene ningún efecto porque fue un simple descuento”.
“No sé si el productor tuvo el tiempo de poder aprovechar ese mejor precio durante esa ventana de tres días o pudo tener esa ventana quien pudo haber sabido que a partir del lunes se iba a contar con esa posibilidad, teniendo ya listas todas las ventas. Entonces, no sé si esa ventaja obtenida va a terminar siendo invertida en Santa Fe o en el fondo es una rentabilidad que vaya a parar a una cuestión corporativa y nada más”, apuntó y aclaró: “Es la síntesis que uno hace en tanto y en cuanto el Gobierno no tome la decisión de eliminar las retenciones para siempre”.
En cuanto a la asistencia del gobierno de Donald Trump al país, consideró: “Fue una medida tomada un viernes con un panorama muy complicado, habiéndose agotado lo que antes era el prestamista que era el Fondo Monetario Internacional. Entonces, se recurre a un prestamista que en última instancia, no es un organismo multilateral, sino que nos está prestando un país concreto con intereses geopolíticos concretos, con una estrategia que va más allá de una agenda financiera”. En este sentido, para Olivares “se abre un marco para posibles condicionalidades”.
“Lo positivo es si esto permitiese dar una estabilidad para luego retomar un programa de gobierno que entendemos va a dar fruto de manera mediata. Eso es una cosa”, dijo y advirtió: “Ahora, no visualizo una alteración del modelo de fondo. Se sigue planteando como el solo objetivo un equilibrio fiscal sin la compatibilidad con el equilibrio social, en donde el gobierno nacional solo quiere monopolizar la discusión sobre cómo se va a lograr este equilibrio fiscal”.
Y, amplió al respecto: “Por lo menos dos tercios del sistema político hoy compartimos que tenemos que tener equilibrio fiscal, pero tenemos que debatir cómo. El modelo entró en una especie de inestabilidad y ante eso se logró la ventana de 72 horas de una oferta de venta de granos que le permitiese ganar tiempo para luego hacer el anuncio de los detalles de esta operación con el gobierno de Estados Unidos. Simplemente lo que se logra es una estabilidad cambiaria cuya duración es difícil predecir”.
Olivares no encuentra ningún aspecto “festivo” en el salvataje norteamericano. “No lo puedo mirar así”, aseguró.
Diálogo
Con respecto a la injerencia que puede tener este fortalecimiento de lazos con Estados Unidos en la relación del Ejecutivo nacional con los gobernadores, planteó: “Una cosa es apoyar a un país o a una manera de ver un sistema capitalista pero el apoyo no significa apoyar esquemas que puedan colisionar con la articulación con otros poderes. No tiene fuerza en el Congreso y para llevar a adelante sus medidas necesita dialogar. Se necesitan equilibrio y diálogo. La asistencia de una potencia no quita que tenga que dialogar”.
Por último, señaló que los resultados obtenidos tras la implementación de las retenciones cero y el préstamo estadounidense “bajó la tensión en el mercado cambiario y de capitales , pero no no veo que haya bajado la tensión en supermercados, en cada uno de los hogares ni en la agenda social”. Y remarcó: “Ha bajado la expectativa de una situación que podía salirse de control pero no se logró una paz cambiaria permanente”.