El mundo Freestyle en la ciudad de Santa Fe cada vez gana más terreno. Jóvenes organizan encuentros para rapear en plazas de cada barrio con el fin de poder expresarse y mostrar las destrezas de las rimas y la improvisación. Pero, como en la sociedad misma, el machismo limita el acceso y la permanencia de mujeres y disidencias en esos espacios. Por primera vez se realizará un encuentro para que las chicas compartan su visión del mundo dentro de esa cultura y juntas buscarán herramientas para que el ambiente sea más seguro para todos y todas. Es este viernes a las 18 en Demos (9 de julio 2239). Lo coordinará Ana Milagros Robles Hernández (Mili CLK), una conocida rapera local.
"Queremos que el Freestyle sea un espacio seguro para las mujeres en Santa Fe"
Por Bárbara Favant
En la capital provincial hay tres grandes organizadores de eventos que se destacan porque convocan mayor cantidad de gente y que además cuentan con conexiones para que participantes puedan ascender a otras ligas profesionales. Son Rap 360, que hacen las competencias en general en el Molino Marconetti; Invasión Rapper en la Plaza San Martín; y Pozo Freestyle, en el barrio El Pozo. Cada evento se convoca al público por redes sociales. En promedio participan unas cien personas. Para quien quiera participar para rapear se tiene que acercar a la plaza, inscribirse, pagar una entrada (ronda los 50 pesos), hacer una prueba frente a un jurado que decide si pasás a la ronda general o no.
En diálogo con UNO Santa Fe, Ana Milagros describe desde el Freestyle nació, siempre fue un espacio de varones. En cada competencia la modalidad o el formato es diferente. "Algunas tienen temáticas, se hacen preguntas, se nombran ciertos temas para que se explayen sobre ellos para exponer que realmente están improvisando y no que hagan rimas pre pensadas. La competencia de Freestyle se basa en improvisación todo el tiempo", explica la rapera a este medio. Y detalla: "Se usan conceptos de la vida cotidiana de cada uno. El mundo del Freestyle al ser tan publico y apto para todo el mundo hay muchas realidades juntas. Entonces los temas a hablar pueden ser diversos. El barrio, las drogas, la pobreza, se habla muchísimo de política, también de feminismo. Mayormente de temas sociales. En una plaza podes tener a un chico que viene de la pobreza máxima como alguien que viene de la mejor familia y que tuvieron la suerte de tener muchas mas posibilidades. En ese momento son iguales que se exponen a tener una discusión de rimas improvisadas".
"Nunca hubo una explicación de por qué hay pocas mujeres. Lo que puedo contar es mi experiencia en la plaza. Me ha pasado que cuando participé se me han acercado muchas chicas para decirme que quieren competir pero que no lo hacen o por vergüenza, o por miedo. Muchas saben que si van les van a hablar con rimas machistas, que es lo que más sucede. Y genera incomodidad porque te presentás a un evento sabiendo que te van a hablar así. También pasa que muchas chicas dejan de ir a la plaza para no cruzarse con su agresor o abusador", describe.
Y agrega sobre las rimas machistas que deben enfrentar en las competencias: "Es difícil y es incomodo porque muchas veces se hablan en las competencias de temas personales que llegan a ser hirientes. Hoy en día el feminismo es el recurso más básico para atacar a una mujer en competencia. Se lo toma como algo negativo y no como lo que en realidad es: positivo. Es difícil entender a los varones esa diferencia. El problema mas grande es que el Freestyle nació como un movimiento que celebra la libre expresión, donde se supone que no hay ningún tipo de censura. Es complicado explicarle a los varones la diferencia entre esa libertad y llevarlo a un libertinaje donde hieren a personas que justamente siempre son las minorías. Las mujeres siempre somos la minoría en el mundo Freestyle, salimos afectadas".
Esta semana una chica que es una habitual espectadora de estos eventos decidió denunciar en sus redes sociales a un jurado. Después se sumaron otras chicas que participan a contar experiencias similares de violencia de ese mismo agresor, como de otros. "A partir de ahí cada organizador de eventos publicó su repudio a la violencia y demás, que lo vemos como positivo por así decirlo, porque es como que muestran que se están empezando a revisar", observó Ana Milagros. La situación derivó en que un grupo de pibas se organice para convocar al encuentro en Demos.
"El encuentro tiene una intención de empoderamiento para nosotras, de brindar seguridad. Justamente para que crezca el número de participación femenina en Freestyle y en la cultura urbana. A eso vamos. Y también que pueda generarse un espacio de contención porque nos parece fundamental, por eso el encuentro es para mujeres y disidencias. Para que nos sintamos seguras de poder contar experiencias y situaciones. Al encuentro lo vamos a hacer en conjunto con el colectivo de Prisma Feminista que es muy activo para brindar las herramientas necesarias para abordar estos temas que son muy sensibles", explica Ana Milagros a UNO.
En la región Litoral, hay competencias también en Rosario y Paraná. Las chicas del Freestyle local aspiran a copiar modelos de las ligas profesionales nacionales. Ana Milagros comenta: "En ese ámbito están mas medidas estas cosas porque se considera un trabajo para los participantes. Viven de eso, tienen un sueldo, un contrato. En esos contratos, por ejemplo en la liga más grande profesional del país FMS done tenemos un representante santafesino, firman que explícitamente las rimas machistas, misóginas, racistas, homofóbicas, no son puntuadas o valoradas por los jurados. Esa es una medida que en el under no tenemos. Creo que ayuda muchísimo tenerlas. Y la mayoría de las veces hay un cupo femenino. Que es de una mujer cada diez participantes".
Hoy en un evento local no hay mujeres en ninguno de los tres equipos que organizan los eventos relevantes para la comunidad de Freestyle. El mayor problema es el inexistente cupo femenino y de disidencias. "Son todos equipos de varones los que organizan las competencias. Se realizan una vez por mes, se hacen puntos de clasificación donde solamente clasifican 16 competidores (todos varones) y hay distintos roles: jurados que deciden quién gana cada batalla, el presentador o presentadora del evento que es la cara principal, y dependiendo la competencia hay quienes filman, escriben", observa.
"Lo más importante en este momento es generar el cambio para que el espacio se vuelva un lugar seguro en general, no solo para nosotras y que todos podamos disfrutar de esta pasión, no que haya conflictos", concluye la joven.