“Mi petitorio es urgente y es un pase a planta porque sabemos que ingresaron 50 personas y en ninguna fue una mujer trans”, dijo Jazmín, una mujer trans que trabaja en la Municipalidad de Santa Fe, y que decidió encadenarse a las rejas de la puerta principal en reclamo del pase a planta permanente.
Una mujer trans se encadenó a la Municipalidad
En diálogo con UNO, la mujer explicó que fue una medida pacífica cuyo objetivo era tener una reunión con el intendente o con algún funcionario, algo que en sus tres años de trabajo no pudo lograr, hasta hoy.
“Yo entiendo que hay personas que están hace más de 10 años y yo tengo la posibilidad de estar hace tres, pero tuve que pelear 20 años militando un cupo laboral trans para obtener un trabajo siquiera. Si a mí me hubiesen dado la posibilidad cuando terminé mi secundario, hoy también estaría en planta con los años de trabajo”, explicó Jazmín.
Y remarcó: “Tuve que militar un cupo laboral trans y hoy en día siento que un contrato no me es suficiente. Estoy trabajando precariamente”.
Según la empleada municipal, las condiciones de su contrato son prácticamente como no estar registrada. “Como estoy trabajando precariamente desde que entré, nunca sabía cuál era mi posición ni a quién pertenecía. Hoy en día sé que figuro en el área de Mujer y Disidencias”, describió Jazmín, agregando que tampoco firmó nunca un ingreso o egreso, a diferencia del resto de sus compañeros.
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“Tengo miedo de que por ahí si viene otra gestión y vean que una no trabajó nadie va a tener interés de renovarnos”, puntualizó. “Ellos me dicen que sí me pasaban el informe pero ¿cómo sabía yo? Hasta el día de hoy estoy aterrada porque quiero vivir bien, quiero llegar a futuro con una estabilidad económica y de salud”.
Un informe elaborado por la Fundación Huésped y la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA) en el año 2014 indica que la expectativa de vida de una mujer trans es de 35 a 40 años. “Yo que tengo 40 años soy una sobreviviente del Estado. No estoy pidiendo el puesto del intendente, estoy pidiendo vivir y llegar a fin de mes bien”, expresó Jazmín.
En este sentido, el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec) publicó en 2019 un reporte que indica que, debido a la discriminación, el 42,5% de las personas travesti, transexual y transgénero posee un nivel medio-bajo de estudios (primaria completa, secundaria incompleta), el 46% cuenta con un nivel medio-alto (secundario completo, universidad incompleta), y solo el 5% pudo completar una carrera universitaria o terciaria.
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“Necesito urgente el pase para poder tener una cobertura médica y poder estar tranquila a futuro”, dijo la mujer trans, quien recordó que las prepagas no cubren todos los medicamentos y cuidados que necesita, pero muchos menos lo hacen los hospitales.
Finalmente, Jazmín dijo: “En cualquier trabajo hay un límite de edad donde pasas los 40 años y no servís, no vas a poder a quedar en planta nunca. Yo no quiero eso y por eso hoy estoy desesperada”.
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