Con el final del partido la gente se hizo sentir. Hubo insultos para la dirigencia y para su entrenador Gustavo Munúa. Se registraron incidentes en la platea alta, con golpes de puño incluido y el clima se puso espeso con la derrota de Unión ante Racing por 3-1. Pero más allá del resultado, habrá que decir que el Tate hizo un partido muy digno y que su DT fue el menos responsable de lo sucedido.
Esta vez, Munúa es el menos responsable de la derrota

UNO Santa Fe / José Busiemi
Gustavo Munúa acertó con el planteo táctico ante Racing y en esta ocasión fue el menos responsable de la derrota.
En muchas ocasiones se lo criticó y con razón a Munúa por la manera en la que jugaba su equipo, por la forma en que planteaba los partidos y la demora en los cambios. Y la realidad es que el Tate jugaba mal, no obtenía buenos resultados y la autocrítica del técnico era nula. Por ello se pensó en dar por terminado su ciclo, que finalmente se sostuvo por el apoyo del presidente Luis Spahn.
Contra San Lorenzo, pareció que Unión tocó fondo y que no Munúa no tenía más oxígeno. Sin embargo, se aferró a su puesto convencido de revertir la situación. Y el presente marca que de alguna manera lo hizo, porque luego del cotejo ante el Ciclón, es indudable que el equipo evolucionó futbolísticamente.
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Existió una mejora en todos los aspectos, para primero ganarle con claridad a Estudiantes y volver al triunfo después de mucho tiempo. Ese día, los jugadores respaldaron al técnico dentro de la cancha, jugando muy concentrados, con mucha actitud y por momentos desplegaron buen fútbol.
Mientras que contra Rosario Central, el Rojiblanco hizo los méritos como para ganar, pero desperdició varias chances concretas. En cuanto al planteo, fue bueno lo planificado por el DT uruguayo, ya que superó al Canalla y le terminó perdonando la vida, por no elegir bien en los muchos contragolpes que tuvo.
En la previa un empate ante Central como visitante era un buen resultado, pero por la forma en la que se dio el partido, el punto terminó siendo con sabor amargo, ya que le empataron en el final del cotejo. En consecuencia, fueron dos partidos aceptables de Unión en los que el equipo impuso condiciones por sobre su adversario.
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Y ante Racing, por momentos fue superior al elenco conducido por Fernando Gago. Unión salió decidido a presionar arriba y en ese arranque fue superior, generando chances para abrir el marcador. Los movimientos tácticos del Tate sorprendieron a Racing, maniatando a los jugadores desequilibrantes que tiene.
Pero una vez más, Unión no estuvo fino en la definición y Racing en la primera llegada convirtió. Aún así, el equipo rojiblanco se repuso, lo fue a buscar y estuvo cerca del empate con ese remate que Jonathan Galván le sacó en la línea a Mauro Luna Diale. Quien minutos después cometió la irresponsabilidad de hacerse expulsar por una plancha totalmente innecesaria a Gabriel Rojas.
Esa expulsión cambió el curso del partido, ya que con el marcador abajo y con un jugador menos, a Unión se le hizo cuesta arriba y mucho más teniendo en cuenta el rival que estaba enfrente. Pero Munúa, metió mano en el equipo, realizó dos cambios. el equipo mejoró y logró llegar al empate. Los ingresos de Junior Marabel y Kevin Zenón revitalizaron al Tate que emparejó el trámite y pudo convertir.
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Y en los minutos posteriores estuvo cerca de ponerse arriba en el marcador, pero Gabriel Arias le tapó un mano a mano a Marabel y luego Lucas Esquivel de forma apresurada e innecesaria le cometió penal a Matías Rojas, que luego cambió por gol. Allí sí, Unión sintió el golpe y no logró levantarse, más allá de no dejar de luchar.
El 3-1 final, fue exagerado y mentiroso, Racing aprovechó su momento y usufructuó el jugador de más que tuvo. Pero de ninguna manera fue superior en el desarrollo del juego. Nunca estuvo cómodo en el partido, salvo los minutos posteriores a la expulsión de Luna Diale en donde sí manejó la pelota con mucha comodidad.
Por lo cual, si bien nunca es bueno perder y se trató de una derrota dolorosa, cuando los ánimos se enfrien, se podrá analizar que en los últimos tres partidos Unión mejoró. Esa mejora, no se tradujo en resultados, pero por distintos detalles, el Tate tiene menos puntos de los que merecería. Así las cosas, en esta ocasión, poco se le podrá reprochar a Munúa.
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Al fin y al cabo, el trabajo del entrenador es planificar los partidos buscando que su equipo imponga condiciones ante el rival. Como así también ir modificando sobre la marcha. Y ese papel lo hizo bien en los últimos tres partidos. No es culpa del DT que Luna Diale se haga expulsar, que Esquivel haga un penal innecesario o que contra Central Kevin Zenón le erre al arco.
Está claro que la resistencia a Munúa viene de antes y con razón, ya que los resultados obtenidos fueron muy malos y el rendimiento del equipo también. Pero nadie puede negar, que ante tres rivales complicados como Estudiantes, Rosario Central y Racing, el equipo estuvo a la altura de las circunstancias y fue competitivo.
Ninguno de los tres equipos mencionados lo superó en el juego. Ganó uno, empató otro y perdió el restante. Pero esos cuatro puntos que sumó sobre nueve son mentirosos. Sin el fútbol existiera la justicia, el Tate tendría que tener como mínimo un par de puntos más. Pero su ineficacia en las dos áreas lo terminan condenando.