Tarde o temprano, Unión iba a mermar su rendimiento y el equipo sufriría una caída. Y es que la lógica así lo indicaba, ya que si bien el fútbol tiene mucho de ilógico, en algunos aspectos puede ser resultar coherente.
Los tres golpes que a Unión lo devolvieron a su realidad
Unión que venía siendo protagonista del torneo, sufrió tres derrotas consecutivas, que actuaron como un baño de realidad
Unión y un bajón que se veía venir
Unión arrancó el torneo de manera brillante, sumando cuatro victorias y un empate. Posteriormente llegó el receso por la Copa América y cuando la competencia se reanudó, ya no fue lo mismo.
El plantel perdió dos jugadores titulares como Federico Vera y Mauro Luna y no llegaron refuerzos. Por lo cual, el DT Cristian González tuvo a mano menos de lo que tenía.
Y los resultados están a la vista, en los primeros cinco partidos el Tate sumó 13 puntos sobre 15, con una efectividad del 86,6%. Y en los siguientes 13 cotejos, cosechó 14 unidades sobre 39 en juego, con una efectividad del 35,8%.
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Una diferencia notable y que tiene sustento en la falta de recambio. Se sabía que sin refuerzos, a Unión le costaría sostener el nivel de las primeras fechas.
Y es que los jugadores venían rindiendo por encima de sus posibilidades. Pero en cualquier momento, podría darse un bajón en el nivel de los futbolistas y es lo que sucedió.
Así las cosas, en las nueve fechas que restan el equipo tendrá que encontrar su mejor versión para intentar alcanzar el objetivo que es el de clasificar a una Copa. No será sencillo, por todo lo antes mencionado.