Después de muchos mercados de pases donde su nombre sonó con fuerza, finalmente se concretó: Cristian Tarragona es nuevo jugador de Unión. El club lo oficializó este lunes como el primer refuerzo de la era Madelón, con un contrato firmado hasta diciembre de 2026 y una historia de amor que se cierra con final feliz.
Unión hizo oficial la contratación de Cristian Tarragona
Cristian Tarragona firmó con Unión hasta diciembre de 2026 y cumplirá el sueño de su vida: jugar en el club del que es hincha.

“Cristian Tarragona es nuevo refuerzo de Unión. El delantero firmó hasta diciembre de 2026 y se suma a las órdenes de Leonardo Carol Madelón. ¡Vamos con todo!”, fue el mensaje con el que la institución anunció la incorporación del atacante nacido en Santa Fe, el 9 de abril de 1991.
Tarragona llega tras rescindir su contrato con Talleres de Córdoba y con la emoción a flor de piel: a los 33 años, está a punto de cumplir el sueño que lo acompañó durante toda su carrera profesional: vestir la camiseta del club del que es hincha.
Una decisión con el corazón
No fue un fichaje más. El regreso de Leonardo Madelón al banco tatengue fue clave para destrabar una negociación que parecía compleja. El técnico ya lo había dirigido en Gimnasia, donde el delantero vivió uno de sus mejores momentos, y su influencia fue determinante. De hecho, el propio Lobo platense intentó repatriarlo, pero el llamado de casa pesó más.
Trayectoria forjada a puro esfuerzo
La carrera de Cristian Tarragona se forjó lejos de los grandes flashes. Surgió en Arsenal de Sarandí, y desde allí construyó su camino paso a paso, con goles y sacrificio. Pasó por Santamarina, Temperley, Independiente Rivadavia, tuvo una experiencia internacional en Atlante (México), y luego brilló en Platense, Patronato, Vélez, Gimnasia, San Lorenzo y recientemente Talleres de Córdoba.
En clubes como Patronato y Gimnasia, dejó una huella profunda por su entrega y efectividad, lo que le valió el reconocimiento de los hinchas y el interés constante de otros equipos.
Un regreso con carga emocional
Tarragona no llega solo como un delantero de jerarquía. Llega como un hincha que vuelve a casa, con la ilusión intacta y la convicción de dejarlo todo por los colores que ama. Unión no solo suma un atacante con experiencia, sino a un embajador del sentimiento tatengue, dispuesto a convertirse en referente dentro y fuera de la cancha.
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Con su incorporación, el equipo de Madelón suma jerarquía ofensiva, liderazgo y un sentido de pertenencia que siempre suma. El pueblo rojiblanco celebra: uno de los suyos se pone la rojiblanca.