La novela de la compra de Santiago Mele pasó por varias etapas en Unión. Al comienzo era todo optimismo y la idea de retenerlo estaba más que clara, pero no había apuro por todos los meses que restaban por delantero. Pero el escenario se fue complicando cada vez más y, a esta altura, estaría más afuera que adentro.
Unión juega sus últimas cartas para intentar comprar a Mele
Desde Plaza Colonia, dueño de su pase, el gerenciador Carlos Manta reiteró que ya no era posible porque, además de los 750.000 dólares por el 70%, se le debe sumar una deuda de 100.000 dólares por el préstamo. Esto sin contar los intereses y ascendería todo al 1.000.000 de dólares.
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Las restricciones del gobierno atentan con las aspiraciones del club, aunque la versión desde el vecino país es que "no se quiso", ya que otros clubes sí cumplieron con los pagos. Versiones encontradas que pusieron una mayor incertidumbre a la cuestión.
Tras cartón, aparecieron interesados –por lógica, después de sus buenas actuaciones– metiendo más presión. Los hinchas insisten con que se compre a Santiago Mele, pero la dirigencia de Unión siempre esperó la habilitación del Banco Central para pagar a precio oficial. Sino, hay que apostar a un mecanismos diferente que eleva el costo.
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Es así como se entró en la recta final hacia la resolución de este tema. El jugador se presentó a la pretemporada porque tiene contrato, pero está pronto a expirar y por eso, es complicado saber si directamente estará este lunes. Puertas adentro, no quieren tirar todavía la toalla, pero ya a esta altura parece una utopía.
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En los últimos días trascendió que Unión consultó condiciones por Facundo Altamirano, de último paso por Patronato, pero cuyo pase es de Banfield. Quizás tenga que ver con lo que ya asoma como un final cantado. Quedan un puñado de días para que se sepa cómo termina todo, por lo que el reloj es otro rival para Unión.